viernes, 15 de noviembre de 2013

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR POR: SANDRA GISELLE TELLÉZ CAMARA 1ERO. B. LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CAMPECHE



INTRODUCCIÓN


La violencia, medio que debiera estar ya desterrado en una sociedad civilizada, sigue actuando entre nosotros como si fuera el único medio, por medio del cual unos pocos hacen oír su voz, mientras que la mayoría, perjudicada, ha de seguir aguantando.
Si no tomamos conciencia cada uno de nosotros de la violencia que generamos en nuestra casa, en nuestro trabajo, en la calle o donde sea que convivamos, no podemos contribuir a que termine tanta violencia en este país.


Cuando nos referimos al término de Violencia Intrafamiliar, se está enfocando a todas las formas de abuso que tienen lugar en las relaciones entre quienes sostienen o han sostenido un vínculo afectivo relativamente estable.
Se denomina relación de abuso a aquella forma de interacción que, enmarcada en un contexto de desequilibrio de poder. 


Es un problema social, que afecta a un alto porcentaje de familias de cualquier comunidad, en todos los niveles económicos y culturales.


Se trata de relaciones que implican un abuso de poder por parte de quien ejerce el maltrato. Estos abusos pueden ser emocionales, físicos, sexuales, financieros o socio ambientales. La persona abusiva desarrolla su comportamiento en privado, mostrando hacia el exterior una fachada respetable, insospechable, educada. La conducta violenta es compatible con cualquier aspecto, capacidad, inteligencia, actividad, profesión etc. Inclusive en aquellos desempeño familiar, institucional o comunitario para el afuera sean aparentemente insospechables. 

DESAROLLO


Cuando nos referimos a la violencia intrafamiliar hay que saber de dónde se origina este problema, por lo tanto la violencia se encuentra en un conjunto de valores, ideas, creencias construidas por una familia o cultura, basadas por la desigualdad social y sexual.


Un factor que influye mucho aquí es el alcoholismo ya que un sin número de casos, se reportan por mujeres agredidas por sus esposo o también llamados compañeros conyugales que están bajos los efectos del alcohol.


La falta de conciencia en la sociedad ha hecho creer que la mejor forma para resolver las cosas es a través de huelgas, tiroteos, golpes, etc. Y su fuerte ignorancia de no conocer otras maneras para llegar a un acuerdo; no saben que las mejores formas de resolver un fenómeno problemático es conversando y analizando que causo eso y luego tratar de solucionarlo.


El no poder controlar sus impulsos, también está incluido como otra causa que muchas veces generan la violencia, ejemplo un niño que se empieza a educar en un ambiente conflictivo y poco armonioso seguro, que al paso del tiempo se convertirá en una persona problemática y con pocos principios personales.


Muchos pensaran que la falta de comprensión no tiene que ver aquí, pero debemos saber que muchas veces actuamos de manera violenta con los niños en casa, por decir una madre que maltrata a su hijo por tener pequeños errores en sus acciones, pero deberíamos saber que son criaturas que no muchas veces saben lo que hacen y apenas son inocentes de sus actos.


Otro factor importante es la drogadicción, varias personas se utilizan este método para poder ser lo que no soy en realidad, según ellos es una puerta para escapar de la realidad, causando mucha más violencia, si no tienen como comprar su producto y llegan al punto de matar y golpear hasta su propia madre.


Principalmente la violencia se origina por la falta de consideración hacia las personas y por muchos factores que se integran que ya mencionamos anteriormente, haciendo que este se vuelva más grave.


Si creáramos mayor conciencia en nosotros mismos y analizáramos que la violencia no es la mejor forma de alcanzar nuestras metas y resolver los conflictos que surgen, seguro que nuestra mentalidad se desarrollará en un ámbito menos problemático. 


La violencia intrafamiliar la encontramos como el tipo de violencia en la que alguien con más poder abusa de otras con menor poder. El termino violencia intrafamiliar se conecta con todas las formas de maltrato o abuso de los miembros de una familia.


Hay distintas maneras de ver como se presenta la violencia intrafamiliar, porque muchas veces pensamos que solamente se trata del maltrato físico, psicológico, sexual.


Hay que tener en cuenta que también se lleva acabo cuando hay, abuso y abandono emocional que generalmente está bajo las formas verbales, como insulto, burlas, desprecios, críticas o amenazas de abandono. Donde el abandono físico es un maltrato lento y se representa cuando las necesidades físicas de un niño por ejemplo a su alimentación, abrigo, higiene, y protección no son atendidas.


Niños testigos de violencia se refiere cuando los niños están captando las escenas de violencia entre los padres, y principalmente víctima de esto son los niños, que con esta clase de maltrato les están creando traumas que les pueden llegar a causar traumas así afectando su desarrollo en la vida diaria, o en futuro generar más violencia.

Es necesario distinguir entre conflicto familiar y violencia familiar.
Comportamientos normales como discusiones, peleas, controversias no
conducen necesariamente a comportamientos violentos. Para que una
conducta se considere como violenta debe tener el requisito de la
“intencionalidad", la intención por parte del agresor de ocasionar un
daño. La violencia implica el uso de la fuerza psicológica, física,
económica para producir daño, siendo considerada una forma de
ejercicio de poder.
Las personas sometidas a situaciones de violencia familiar presentan una
debilidad de sus defensas físicas y psicológicas, con
desvalorización, incrementando problemas de salud, muchos padecen de
depresión o enfermedades psicosomáticas, y deseo de morir, con
disminución marcada de su rendimiento laboral. En los niños y
adolescentes aparecen, problemas de aprendizaje, trastornos de la
conducta y problemas interpersonales. Los niños que fueron víctimas de
violencia o que se criaron dentro de este ámbito, tienden a
reproducirlos en sus futuras relaciones.
La violencia puede estar dirigida a distintos integrantes de la
familia: pareja, hijos y padres. Generalmente los ancianos y discapacitados
son los más vulnerables. A la violencia también se le conoce como la presión o abuso de la fuerza ejercida contra una persona con el propósito de obtener fines contra la voluntad de la víctima. El cual da origen a que se manifiesten diferentes formas de violencia intrafamiliar como la Violencia física, sexual y psicológica que atenta contra el pudor y la autoestima de la persona agredida.


Ciclo de la Violencia Intrafamiliar: Es una dinámica que se da en tres fases la de Tensión (gritos, celos injustificados), Violencia (golpes) y Luna de Miel (reconciliación, aparente tranquilidad y armonía).




Agresor: Persona violenta, aquí se hace referencia a la Personalidad de Agresor y a la Personalidad de la Víctima, en el cual la persona agredida, va perdiendo los valores, proyectos, metas y lo más importante la autoestima el amor a su “YO”, y como consecuencia no puede defender ni proteger a sus hijos o parientes.

Género y Abuso Sexual en el Matrimonio: La violencia intrafamiliar o doméstica se da por dos variables que resultan decisivas a la hora de establecer la distribución del poder y, por lo tanto, determinar la dirección que adopta la conducta violenta y quienes son las víctimas más frecuentes a las que se les ocasiona el daño. Las dos situaciones citadas son género y edad. Por lo tanto, los grupos de riesgo para la violencia son las mujeres y los niños, definidos culturalmente como los sectores con menos poder. Por eso muchas mujeres son abusadas sexualmente, ocasionando en ellas frustraciones.

Rasgos de Conductas Violentas en las Parejas: Son parámetros para determinar si la pareja o novio es violento. En caso de ser violento lo mejor es terminar la relación.
Plan de Escape: Lo que la persona agredida debe hacer Antes, Durante y Después del incidente violento.










La violencia intrafamiliar afecta el desarrollo y nutrición de los niños.


La violencia familiar se puede dar de muchas maneras, sin embargo es importante estar alerta ante los abusos que se pueden cometer en una familia. Si un niño es víctima de algún tipo de maltrato o es testigo de violencia familiar, afectará su desarrollo y nutrición.


La nutrición de los niños inicia desde la gestación. Si una madre gestante es víctima del castigo físico o verbal, es probable que el niño no tenga la posibilidad de desarrollarse armónicamente ni de manera integral.


Las madres pierden la paciencia cuando sus hijos pelean con sus compañeros, cuando no quieren comer, y al no tener otro recurso, optan por castigar a sus hijos, en las familias es donde existe algún tipo de violencia familiar, los niños empiezan a presentan menor peso que aquellos que viven en ambientes armoniosos.

La violencia intrafamiliar de igual manera se le asigna el nombre de violencia domestica siendo todo patrón de conductas asociadas a una situación de ejercicios desigual de poder que se manifiesta en el uso de la violencia física, psicológica, patrimonial y económica o sexual. se Comprende como todos aquellos actos violentos, desde el empleo de la fuerza física, hasta el hostigamiento, acoso o la intimidación, que se producen en el seno de un hogar y que incluye, por lo menos, a un miembro de la familia contra algún otro familiar. El término integra una amplia variedad de fenómenos, entre los que se encuentran algunos componentes de la violencia contra las mujeres, violencia contra el hombre, maltrato infantil, o padres de ambos sexos.


En 1980, cuando se reconoció que la violencia y el maltrato en el ámbito familiar eran un problema social. La existencia de este tipo de violencia indica un retraso cultural en cuanto a la presencia de los valores como la consideración, tolerancia, empatía y el respeto por las demás personas entre otras, independientemente de su sexo. El maltrato doméstico incluye a las agresiones físicas, psicológicas o sexuales llevadas a cabo en el hogar por parte de un familiar que hacen vulnerable la libertad de otra persona y que causan daño físico o psicológico.


La violencia familiar incluye toda violencia ejercida por uno o varios miembros de la familia contra otro u otros miembros de la familia. La violencia contra la infancia, la violencia contra la mujer y la violencia contra las personas dependientes y los ancianos son las violencias más frecuentes en el ámbito de la familia. No siempre se ejerce por la fuerte física o económicamente dentro de la familia, siendo en ocasiones razones psicológicas. La mayor parte de los agresores son personas mucho más fuertes que a las que se les agrede.


Estudios realizados encontraron que en los hogares es donde existe maltrato o violencia psicológica o cualquier otro tipo de violencia, los hijos son 15 veces más expuestos a manifestar algún tipo de maltrato en su etapa adulta. La violencia psicológica es la forma de agresión en la que la mayoría de los países afectados van a quejarse y casi nunca toman una acción en cuanto a dicho tipo de violencia, ya que en este caso se unen la falta de opciones legales de denuncia y protección frente a esta forma de violencia.


Las señales de violencia son más fáciles de ocultar si es emocional, pues las mujeres no aceptan el maltrato de forma “pasiva”; en dichos estudios realizados la mayoría de las mujeres maltratadas no lo aceptaron y se resistieron a él. Estas acciones de defensa hacen que la violencia psicológica se vea como una agresión mutua y en algunas instituciones la visualicen como un conflicto de pareja.


Las mujeres que no reconocen como agresión la violencia psicológica no significan que no vean esta forma de violencia como algo que las dañe o las deshaga o como algo indeseable. De hecho si lo ven y son estos episodios de maltrato emocional lo que más las mueve a hablar de sus malestares con personas de confianza así como familiares, amigos o personas de las iglesias y es aquí donde tratan de librarse de esas formas de agresión.


Tipos de violencias:


Habitualmente los tipo de violencia no se producen de forma aislada, sino que sigue un patrón constante en el tiempo. Los principales sujetos pasivos son las mujeres, niños y personas dependientes. Lo que todas las formas de violencia familiar tienen en común es que constituyen un abuso de poder y de confianza. Dada la complejidad y variedad del fenómeno, es muy difícil conocer sus dimensiones globales.


Violencia psicológica: Cualquier acto u omisión que dañe la estabilidad psicológica, que puede consistir en negligencia, abandono, descuido reiterado, celotipia, insultos, humillaciones, devaluación, marginación, indiferencia, infidelidad, comparaciones destructivas, rechazo, restricción a la autodeterminación y amenazas, las cuales con llevan a la víctima a la depresión, al aislamiento, a la devaluación de su autoestima e incluso al suicidio.


Violencia física: Cualquier acto que inflige daño no accidental, es decir provocado o incluso obligado, usando la fuerza física algún tipo de arma, inclusive con las mismas extremidades u objeto que pueda provocar o no lesiones ya sean internas, externas, o ambas.


Violencia patrimonial: Cualquier acto u omisión que afecta la supervivencia de la víctima. Se manifiesta en la transformación, sustracción, destrucción, retención o distracción de objetos, documentos personales, bienes y valores, derechos patrimoniales o recursos económicos destinados a satisfacer sus necesidades y puede abarcar los daños a los bienes comunes o propios de la víctima.


Violencia económica: Cualquier acción u omisión del Agresor que afecta la supervivencia económica de la víctima. Se manifiesta a través de limitaciones encaminadas a controlar el ingreso de sus percepciones económicas, como impedirle laborar o exigir el salario.


Violencia sexual. Cualquier acto que degrada o daña el cuerpo y la sexualidad de la Víctima y que por tanto atenta contra su libertad, dignidad e integridad física. Es una expresión de abuso de poder que implica la supremacía masculina sobre la mujer, al denigrarla y concebirla como objeto.


Cualquier otra forma análoga que lesione o sea susceptible de dañar la dignidad, integridad o libertad de las mujeres.


La violencia psicológica, también conocida como violencia emocional, es una forma de maltrato, por lo que se encuentra en una de las categorías dentro de la violencia doméstica. La intención que trae consigo la violencia psicológica es humillar, hacer sentir mal e insegura a un individuo, deteriorando su propio valor. Difiere del maltrato físico ya que éste es sutil y es mucho más difícil de percibirlo o detectarlo. Se manifiesta a través de palabras hirientes, humillaciones, gritos e insultos. Éste trastorno puede tener como bases en la infancia de las personas cuando se llevan a cabo la falta de atención por parte de los padres o familiares y la violencia intrafamiliar.


Violencia contra los adultos mayores también llamado: el síndrome de la abuela esclava, es otra forma de maltrato frecuente en el siglo XXI, que se describe sobre todo en países hispanoamericanos, afectando a mujeres adultas con gran carga familiar, voluntariamente aceptada durante muchos años, pero que al avanzar la edad se torna excesiva. Si la mujer no expresa claramente su agotamiento o lo oculta, y sus hijos no lo aprecian y le ponen remedio, la sobrecarga inadecuada provoca o agrava diversas enfermedades comunes: hipertensión arterial, diabetes, cefaleas, depresión, ansiedad y artritis. Estas manifestaciones no curan adecuadamente si no se reduce apropiadamente la sobrecarga excesiva. Ocasionalmente puede provocar suicidios, activos o pasivo.


El Síndrome de los Abuelos Fantasmas, en este tipo de violencia los abuelos son tan ignorados que nadie los ve, ni los escucha, simplemente llegan a ser un mueble más de la casa. Los hijos creen que darles de comer y darles un espacio para vivir, es suficiente para satisfacer sus necesidades y no se dan cuenta de que eso, es lo de menos. Ya que lo que desean estos abuelos es ser queridos, tomados en cuenta, sentirse útiles y amados. Esta violencia contra las personas de las tercera edad trae como consecuencia la depresión que puede llegar al suicidio y acarrear múltiples enfermedades, ya que las personas en su afán de querer morir no se atienden de sus padecimientos y como en un círculo vicioso genera más trastornos todavía. No debemos olvidar que ellos son el origen de nuestra existencia fueron esos ancianos, que aunque ya no tengan fuerza física, agilidad mental, no por esto debemos hacerlos a un lado, ellos son un tesoro de experiencias y valores que no deberíamos perder para las generaciones futuras.


La violencia contra la mujer por parte de su pareja o ex-pareja está generalizada en el mundo, dándose en todos los grupos sociales independientemente de su nivel económico, cultural o cualquier otra consideración. Aun siendo de difícil cuantificación, dado que no todos los casos trascienden más allá del ámbito de la pareja, se supone que un elevado número de mujeres sufren o han sufrido este tipo de violencia.


La mayoría de las víctimas oculta que existan esos problemas por temor a ser juzgados en la sociedad. La indecisión es una de las causas para no admitir la situación así como el estereotipo dominante de la feminidad en Occidente, donde no se considera como atributo de las mujeres el ejercicio de la violencia activa.


También entra el aspecto de la educación y del entorno social que se vive desde niños, a un hombre que es maltratado psíquica o físicamente por su pareja, se le atribuye que es un hombre "débil", o es agredido por sus amigos o compañeros de trabajo y es precisamente por esto que no está dispuesto a denunciar y mucho menos a buscar ayuda.


Unas de las consecuencias de la violencia doméstica es la depresión. Las mujeres que sufren violencia doméstica corren un mayor riesgo de estrés y trastorno de ansiedad, en particular los trastornos resultantes del estrés postraumático. El intento de suicidio y depresión se conectan estrechamente la violencia en pareja. La violencia contra la mujer impide que participen plenamente en sus comunidades en los planos económicos y sociales. Las mujeres en violencia tienen menos probabilidades de tener empleo.


En todas las relaciones humanas surgen conflictos y en las relaciones de pareja también. Las discusiones, incluso discusiones fuertes, pueden formar parte de la relación de pareja. En relaciones de pareja conflictivas pueden surgir peleas y llegar a la agresión física entre ambos. Esto, podría alcanzar consecuencias de violencia que serían censurables y perseguibles, formaría parte de las dificultades a las que se enfrentan las parejas. El maltrato no es un concepto relacionado con esto; en el maltrato el agresor siempre es el mismo: Por definición, el conflicto es una modalidad relacional que implica reciprocidad y es susceptible de provocar un cambio. Por el contrario, el maltrato, aunque adopte las mismas formas agresiones verbales o físicas, es unilateral, siempre es la misma persona la que recibe los golpes.


En la pareja, el maltrato contra la mujer tiene unas causas específicas: los intentos del hombre por dominar a la mujer, la baja estima que determinados hombres tienen de las mujeres; causas que persiguen crear una relación de dominio mediante desprecios, amenazas y golpes.


Los hombres que maltratan a su pareja son motivados por una necesidad de dominar y controlar a su pareja. En una revisión de múltiplos trabajos los principales resultantes indican que los agresores suelen presentar con frecuencia alteraciones psicológicas como falta de control sobre ira, dificultades en la expresión de emociones, déficits de habilidades de comunicación y de solución de problema y baja auto estima. Existen diferentes tipos de hombres violentos -agresores limitados al ámbito familiar, agresores con características borderline/disfóricas y agresores violentos en general/antisociales que requieren programas de tratamiento, adaptados a sus características y necesidades específicas


Los rasgos más visibles del maltrato son los golpes y los asesinatos, los cuales trascienden del ámbito de la pareja; sin embargo, los maltratos de baja intensidad, los maltratos psíquicos que, mantenidos en el tiempo, socavan la autoestima de la mujer, son los que mayoritariamente se dan. Cuando trasciende un caso de maltratos, la mujer puede llevar años sufriéndolos. Y si los maltratos pueden producirse en cualquier etapa de la historia de la pareja, es en el momento de la ruptura cuando se ve con frecuencia.


Es por esto que, en la búsqueda de prevenir la violencia, se trata de dar herramientas a los adolescentes para identificar los rasgos típicos de las personas violentas y ser conscientes de esa violencia de baja intensidad que comienza generalmente antes del matrimonio, durante el noviazgo. Así nace el concepto de violencia en el noviazgo.


Es frecuente tratar el tema de los maltratos como casos individuales. Los agresores sufrirían una serie de trastornos que les conducirían a maltratar a la mujer y a esta, en su fragilidad, a recibirlos. Esta sería una visión del problema tranquilizadora que no pondría en cuestión el modelo patriarcal.


El modelo psicopatológico explica la violencia como resultado de conductas desviadas propias de ciertos individuos cuya historia personal está caracterizada por una grave perturbación. Este enfoque, al fin y al cabo tranquilizador, habla de un «otro», un «enfermo» o «delincuente», al que, después de examinarlo, se le puede castigar o tratar médicamente. Desde el punto de vista feminista, la violencia masculina se percibe como un mecanismo de control social que mantiene la subordinación de las mujeres respecto de los hombres. La violencia contra las mujeres se deriva de un sistema social cuyos valores y representaciones asignan a la mujer el estatus de sujeto dominado.


Las consecuencias últimas de la violencia contra la mujer en la pareja son la de decenas o cientos de mujeres muertas cada año, en diferentes países, a manos de sus parejas o ex-parejas. Y en muchos casos, esta violencia a manos de sus parejas o ex-parejas contra la mujer quien es madre además del estrés postraumático que puede seguir produciendo efectos muy negativos para el desarrollo psicológico de los niños en el hogar


Las consecuencias de estos y de cualquier otro tipo de maltrato son que la autoestima de la persona disminuye y afecta el desarrollo emocional. En la mayoría de los casos, la persona puede buscar una solución en las drogas y el alcohol, incluso, en delincuencia. Además, si no existe un avance o solución previa en la persona suele repetir este patrón de maltrato, cayendo en un círculo vicioso. La baja autoestima se manifiesta en todas las personas que sufren de algún tipo de maltrato y se refleja mucho en el ámbito escolar o laboral; la persona tiene problemas de identidad y mucha dificultad en cuanto al manejo de la agresividad, se le dificulta construir relaciones afectivas debido a la desconfianza hacia las demás personas.


La violencia contra la mujer adquiere especial relevancia, gravedad y consecuencias cuando se sufre durante el embarazo. Si todavía cabe mayor gravedad en una escala de malos tratos, se debería considerar a la embarazada adolescente menor de edad sometida a vejaciones y malos tratos. El sufrimiento personal y las complicaciones del embarazo son de extrema gravedad y repercusión tanto en la madre como en el feto.


La violencia contra el hombre en el contexto de la violencia doméstica se refiere a aquellas acciones violentas donde el rol de agresor es tomado por la mujer en las parejas heterosexuales o bien, por el varón en aquellas parejas de carácter homosexual. Esta violencia presenta numerosas facetas que van desde el sexismo inverso hasta la discriminación y el menosprecio, la agresión física y psicológica.


cierto que cada día se acrecientan casos de hombres que son agredidos física y psicológicamente por la mujer, de esta manera la mayoría de los incidentes de violencia intrafamiliar están registrados de los hombres hacia las mujeres, debido a que la mayoría de los hombres reaccionan permaneciendo en silencio. Este silencio es provocado a menudo por factores tales como el miedo al ridículo, o a la reacción violenta de su mujer, incluso, cuando un hombre ha probado que él es la víctima, parece que su conducta que le queda es solamente salir del hogar. Esto implica separarse de sus hijos y experimentar a menudo la dificultad para mantener un contacto regular con ellos. Cuando una mujer es violenta y abusiva con su cónyuge, no se asume necesariamente que ella es una mala madre. Si un hombre es violento hacia su mujer, se asume automáticamente que él es un mal padre. Este fenómeno de la violencia intrafamiliar, ya sea contra el varón o mujer, es un fenómeno que como sociedad nos debería de avergonzar, ya que no se trata de quien es más fuerte en la pareja, o de quien puede agredir más al otro, más bien se trata de vivir en armonía, tratar de respetar a nuestra pareja y evitar hacer con ella lo que no nos gustaría que ella hiciera con nosotros.

Violencia contra los niños 

La identificación del niño expuesto a violencia doméstica puede llegar por diversos caminos; el más común de ellos es que la madre haya hecho una consulta y revele la situación. El problema también puede salir a la luz porque otro profesional, como el pediatra o profesor lo haya detectado, o porque el propio niño lo verbalice.

En preescolares, la exposición a violencia doméstica se asocia a irritabilidad excesiva, regresión en el lenguaje y control de esfínteres, problemas de sueño (insomnio, sonambulismo), ansiedad de separación, dificultades en el desarrollo normal de la autoconfianza y de posteriores conductas de exploración, relacionadas todas ellas con la autonomía. Los síntomas de Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT), como experiencia repetida del evento traumático, evitación, y aumento del “arousal”, también están presentes en niños pequeños.

Los niños en edad escolar muestran síntomas de ansiedad, depresión, conducta agresiva y estrés postraumático, así como otros problemas asociados como dificultades para dormir, concentrarse y para afrontar las peculiaridades de su entorno. Sus actitudes, competencia social y su funcionamiento escolar se ven afectados y, a medida que crecen, tienen mayor riesgo de presentar fracaso escolar, cometer actos vandálicos y presentar psicopatología, incluyendo abuso de sustancias. Los adolescentes que son testigos de violencia doméstica presentan mayores índices de implicación en actos criminales y tienden a justificar el uso de la violencia en sus relaciones amorosas.

La violencia filio-parental (VFP) o violencia de los hijos a los padres es el conjunto de conductas reiteradas de agresiones físicas (golpes, empujones, arrojar objetos), verbales (insultos repetidos, amenazas) o no verbales (gestos amenazadores, ruptura de objetos apreciados) dirigida a los padres o a los adultos que ocupan su lugar. Se incluyen, entonces, las amenazas y los insultos, ya sean realizados a través de gestos o verbalizaciones, las agresiones físicas de cualquier tipo, o la ruptura consciente de objetos apreciados por el agredido. Además, la violencia debe ir dirigida contra los padres o aquellas figuras parentales que les sustituyan: tutores, educadores, etc.

No se incluiría, por tanto, en esta definición la violencia ocasional sin antecedentes y que no se repite. Esto excluye, de manera casi generalizada, el parricidio, que presenta características particulares que lo distinguen y que, a menudo, constituye un episodio único, sin que se registren antecedentes. Se excluyen, también, la agresión sexual a los padres y los asaltos premeditados con armas letales por considerarse de un perfil diferente, así como la violencia que aparece en un estado de disminución importante de la consciencia (autismo o retraso mental grave) y que no se repite cuando este estado remite: violencia en el curso de intoxicaciones, de trastornos mentales orgánicos, de trastornos del curso o contenido del pensamiento, etc.


Violencia contra adolescentes


En la edad adolescente se dan situaciones referidas a los cambios tanto biológicos, psicológicos y sociales. Donde se incluyen miedos, injusticias, discriminación, violencia, temor al futuro,


Cuando se empieza a desdibujar la identidad de la familia, sus miembros actúan de modo descoordinado, hay una distorsión de la comunicación, los valores y creencias son cuestionados. La familia empieza a funcionar con predominio de desorden y comienza a haber situaciones que exceden su límite de tolerancia. Los integrantes de la familia han entrado en lo que comúnmente se denomina una "crisis", esta crisis se va a caracterizar por estados de confusión, desorganización y caos. Dado que la presencia de conflictos en las relaciones interpersonales es inevitable, en lo que nos tenemos que detener es en el método utilizado para su resolución. No es difícil diferenciar el conflicto resuelto mediante la puesta en juego de conocimientos, aptitudes y habilidades comunicativas, y otro que se resuelve mediante el ejercicio de poder y de autoridad. La agresividad da cuenta de la capacidad humana para oponer resistencia, incluye aspectos fisiológicos, conductuales y vivenciales.


La agresión puede adoptar diferentes formas, motoras, verbales, gestuales, posturales, etc. El maltrato juvenil es cualquier acción u omisión, no accidental que provoque un daño físico o psicológico a un adolescente por parte de sus padres o cuidadores. Hay diferentes tipos de maltrato juvenil, como: físico (lesiones), sexual (Se podría definir al abuso sexual como el tipo de contacto sexual por parte de un adulto o tutor, con el objetivo de lograr excitación y/o gratificación sexual.), abandono y abuso emocional (hostilidad verbal como insultos, burlas, desprecio, criticas o amenazas de abandono), ser testigo de violencia (Estos presentan trastornos muy similares a los que caracterizan a quienes son víctimas de abuso.

Implicación social productiva de la violencia familiar


La violencia, en la mayoría de los casos, ha llegado a ser parte de la vida cotidiana de muchas personas a las cuales afecta en gran manera su comportamiento y el desarrollo de diversas actividades que deseen ejercer. Es decir, la violencia también es una conducta aprendida. La violencia puede manifestarse en cualquier ámbito social como el cultural, político, económico y el ámbito social doméstico.


La violencia familiar tiene como base la cultura el medio donde se desarrolla ésta situación y que incluso, engloba a los medios de comunicación. Este régimen de ideas apoya ciertas justificaciones a las acciones clasificadas como violencia intrafamiliar por el uso de estereotipos a los miembros de la familia.


Un miembro de la familia que es oprimido u omitido intencionalmente con el fin de someterlo a fuerzas vía lo físico, lo psicológico o sexualmente, está en una relación abusiva. La relación abusiva usualmente es entre parejas sentimentales, o de otros modos cónyuges, y es razón principiante de los problemas en salud pública.


El abuso psicológico es el más amplio de todas las violencias por porque pueden incluir abusos de tipo sexual y físico causando trauma a la víctima. Este tipo de abuso es visto como manipulación entre la pareja. Mujeres señalan que el abuso verbal, incluyendo la coerción, el aislamiento, la privación, las amenazas, la humillación y la frialdad afectiva, son incluso peor que el abuso físico. Mientras que el abuso físico es episódico, el psicológico es progresivo y se mantienen por plazo largo.


La mujer maltratada es aquella mujer que permanece en una relación donde su pareja la agrede sistemáticamente. El ciclo de la violencia tiene tres etapas sucesivas primordiales. En la primera etapa se incrementa la tensión y la víctima intenta progresivamente tratar agradar al abusador para que suceda la violencia. Si la violencia sigue este ciclo, la víctima puede enfrentarse con la pareja porque ha visto que la violencia es inevitable. Al hacer esto la tensión cada vez se vuelve mayor. La segunda etapa es donde se inicia la violencia de cualquier forma y siempre es dolorosa. Finalizando el ciclo, el abusador pide perdón a su pareja, por el remordimiento y probablemente dice que jamás sucederá por la realización de un comportamiento positivo. La persona afectada puede sentirse recompensada y lo perdona, creyendo que no va a suceder la violencia de nuevo.[]Cualquier persona sana piensa que la mejor decisión sería abandonar la relación ya que hay amenaza de violencia, pero no se descarta tan ligeramente. Cinco razones por cual la terminación de la relación es cuidadosa son las siguientes. La víctima teme por su seguridad personal u otros miembros de la familia tanto como el capital económico y de vivienda del mismo.


Otra razón por cual no se deshecha la relación, es la esperanza de cambio en el perpetrador. Creencias personales que la víctima no está dispuesta a cambiar. Una de las razones más persuasivas, algunas veces, es la misma familia quien dice que no terminen la relación. La presión de vida en general a veces no deja que uno tome la decisión correcta.


¿Cómo evitar la violencia en las familias?


Las situaciones de violencia pueden ser evitadas si los padres reciben orientación e información.
Se debe promover el buen trato en las familias, entre los padres y luego desde los padres hacia los hijos. Deben tener la habilidad de resolver los conflictos de manera pacífica a través de normas, límites y sobre todo una adecuada comunicación.

La tarea de negociar: Para no castigar a los niños, es importante que los padres les enseñen a tener responsabilidades y límites, y que confíen en sus habilidades y capacidades.


No a la violencia infantil: No se puede permitir que por ser padres o madres se acepte la violencia contra sus hijos. Los daños emocionales que se sufren en la niñez van a repercutir en toda su vida.


Por qué se da la violencia intrafamiliar?


Entendemos que la violencia doméstica es un modelo de conductas aprendidas, fuerzas que involucran abuso físico o la amenaza de abuso. También puede incluir abuso psicológico repetido, ataque sexual, aislamiento social progresivo, castigo, intimidación o coerción económica.


La violencia Intrafamiliar se da básicamente por tres factores; uno de ellos es la falta de control de impulsos, la carencia afectiva y la incapacidad para resolver problemas adecuadamente; y además en algunas personas podrían aparecer variables de abuso de alcohol y drogas.


La violencia intrafamiliar es un tema que en los últimos años ha crecido notablemente debido a la falta de conciencia que tienen los ciudadanos.


Comprenderlo e identificarlo puede ser a simple vista, pero hasta con una simple palabra se puede causar un daño irreparable.


Es un problema social de grandes dimensiones que afecta sistemáticamente a importantes sectores de la población especialmente a mujeres, niñas, niños, ancianos y ancianas. Una forma endémica de la violencia intrafamiliar es el abuso a las mujeres por parte de su pareja.


Las manifestaciones de la violencia íntima también denominadas "violencia intrafamiliar" o violencia doméstica, incluyen la violencia física, Psicológica y Sexual.



CONCLUSIÓN


Después de haber estudiado la problemática de la violencia intrafamiliar es necesario aclarar que el fin de este tema es alertar y prevenir a las mujeres de ser víctimas de violencia ya que esto tiene solución pero si uno permite que lo ayuden, pero si al contrario uno calla nunca se podrá poner fin, sino que se vivirá con esto toda la vida.
Por eso quiere que las mujeres, adultos, niños o todo aquel que esté involucrado en esta problemática tomen conciencia y no se dejen manipular por sus parejas al contrario que si ven que esto sucede se alejen de estas personas o que acudan a entidades donde ayuden a resolver este tipo de problemas para así tengan una vida tranquila y estarán aportando mucho a la sociedad o en el caso de que tengan hijos a que no se críen con estas escenas de violencia ya que esto ocasiona que ellos sigan el mismo ejemplo con sus parejas y que se propague en futuras generaciones y no podamos darle fin a este factor que se vive diariamente en nuestro mundo.



























































































BIBLIOGRAFÍAS


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