FALTA DE
INTERÉS EN LA LITERATURA
FACULTAD
DE HUMANIDADES
Por: Eva
María Córdova Dzib
1ero. A
Licenciatura en Literatura
Universidad
Autónoma de Campeche.
REF:
ACT012_LITERATURA
La literatura es un recurso verbal con sustento
escrito en el cual la sociedad se ha basado para dar partida a la comunicación
interactiva de sus propios miembros, con una función ordenadora, de la cual
parten y surgen diversidad de composiciones todas con una sola base, la
literatura, esta es un conjunto de saberes o habilidades de escribir y leer
bien, y se relaciona con el arte de la gramática, la retórica y poética. Por lo
cual se entiende que la literatura es el arte de la escritura con propósito de
la lectura.
Algunos antecedentes de la literatura son a
partir del siglo XVIII cuando se comenzó a emplear la palabra literatura, para
referirse a un conjunto de actividades en la que se utilizaban la escritura
como medio de expresión. En Inglaterra del mismo siglo, se entendía que esta no
se refería solamente a los escritos de carácter creativo e imaginativo, sino
que abarcaba el conjunto de escritos producidos por las clases instruidas.
Esta surgió de la necesidad de los seres
humanos de transmitirse información, esta comprenden; experiencias,
sentimientos, detalles de algún suceso externo de alguna persona en específico. A partir de este concepto fue
surgiendo la necesidad de representar estos conocimientos en forma escrita, lo
que produjo una gran variedad de géneros literarios, esto llevo a un gran
número de diferente textos, que a al mismo tiempo se dividían en otros, lo cual
llevo al estudio de estos por generaciones ascendentes.
Sin embargo, hoy en día, a nuestros niños y
jóvenes ya no les gusta leer, este es el principal problema de la extinción de
este arte como una carrea humanista, la falta de cultura lectora, no solo
afecta al número de los ingresados en la carrera de licenciado en literatura,
sino que también afecta a nivel municipal, estatal y nacional el
aprovechamiento escolar de todos los niveles.
El estudio de
la literatura desarrolla nuestro dominio del idioma, para saber usar palabras
efectivamente, es una herramienta poderosa, es importante para captar la información y trasfondo de un texto,
porque siempre se puede sacar algo de un libro, la Literatura, te permite tener conocimientos de muchas
otras culturas y creencias, si comprendes estas, eres más capaz de comunicarte
eficazmente con personas de diferentes lugares. Al leer nos encontraremos
con personajes con ciertas características, que se parezcan a personas de
nuestra vida cotidiana, las cuales son diferentes a nosotros, esto nos hará más
abiertos de nuestra mente, tal vez todavía rechacemos sus ideas pero, la
literatura nos ayuda a entenderlos un poco más. Si leemos en cuanto al número de
muertos en una guerra o un accidente, es sólo una estadística. Pero, si leemos
una historia, se convierte en una tragedia, algo humano, algo con lo cual podemos
y debemos identificarnos.
La literatura nos ayuda a despertar la sensibilidad humana, así que para tener mejores
ciudadanos y personas, crea conciencia, da estructura al cerebro, recuerda los
errores del pasado para no repetirlos, le crea finales felices a la realidad
triste, educa divirtiendo, como con las fábulas, por todo esto, es bueno que se
imparta Literatura en el sistema escolar de nuestros estado.
El objetivo de este ensayo, es plantear las posibles soluciones para este
problema, como propuestas de conferencias, convocatorias a pequeños concursos
de demostraciones literarias, talleres de redacción, narrativa, poética y
proyecciones que haga alusión a esta carrera.
Para
empezar… ¿qué es la Literatura?
(Del lat. litteratūra).
2. f. Conjunto de las producciones
literarias de una nación, de una época o de un género. La literatura griega. La literatura del siglo XVI.
3. f. Conjunto de obras que versan sobre
un arte o una ciencia. Literatura médica. Literatura jurídica.
La literatura como carrera humanista siempre ha planteado una
duda para todo el cuerpo estudiantil y claro, también para los padres de estos;
¿de qué van a vivir los literatos?
La literatura es una de las carreras con menos demanda en el campo. Sin
embargo, éstas ofrecen opciones profesionales de desarrollo que muchas
ocasiones los jóvenes desconocen y prefieren concentrarse en las llamadas
tradicionales.
Los profesionales de la literatura se pueden
desempeñar en ámbitos relacionados con la lengua y la literatura, la crítica
literaria, la docencia a nivel medio superior y superior, la traducción
literaria, técnica o comercial, y la edición; se pueden desarrollar en
instituciones culturales como el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes,
los servicios culturales de las embajadas del país, la Secretaría de Relaciones
Exteriores, entre otras.
En
México, según la OCDE, ocupa el lugar 107 entre los 108 países que más leen, si
México se encuentra en esa posición, ¿cómo
estaremos nosotros los campechanos, en comparación con este?
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos es una organización de cooperación internacional, compuesta por 34
estados, cuyo objetivo es coordinar sus políticas económicas y sociales.
Los
libros son como el fuego, iluminan la ignorancia, la consumen, son capaces de
despertar mentes; derrumbar prejuicios, desatan la creatividad; abren
posibilidades y mundos nuevos a quien se acerca a ellos. Sus bondades sólo son
comparables con sus retos.
Hoy
en día el hábito de leer se encuentra amenazado por distractores como Internet,
la televisión y las redes sociales, sumados a la apatía y el desinterés, por
estos motivos los libros corren el riesgo de ser usados únicamente para
eliminar la cojera de algún mueble.
A
lo anterior se une la falta de acceso, con esto no referimos a cuestiones
económicas y educativas; la carencia de material de lectura en casa, así como
la imposibilidad de encontrar una biblioteca cerca, y si la hay, no siempre se
encuentra el material solicitado, o se encuentra en mal estado. Y si bien hay
libros con precios económicos, muchos campechanos aún deben elegir entre
alimentar su mente o su cuerpo y ante este dilema la respuesta es duramente
obvia.
Leer
ofrece numerosas ventajas y placeres estéticos e intelectuales, no debe
olvidarse que se trata de un placer aprendido que debe cultivarse día con día,
a través de los años, es decir, de manera permanente. Leer no es suficiente,
uno tiene que esforzarse por comprender lo que está leyendo; detenerse a pensar
¿por qué y para qué lo está haciendo?;
conocer sus preferencias y abandonar las tradiciones e ideas equivocadas que
persiguen al hábito.
La
lectura y el conocimiento no son moneda de cambio, ni sinónimo de éxito,
riqueza o popularidad. Leer tampoco te convierte, al menos no de forma automática
en mejor persona, ni te hace más inteligente de manera instantánea, tampoco es
un asunto estrictamente educativo o aburrido, la mayoría de las personas piensa
que leer y comprender, es algo que únicamente los nombrados “nerds”, “snobs” e intelectuales pueden
hacer. Otro pensamiento muy común es que los libros cambian la realidad, pero
esto no es así, solo modifican la visión que se tiene de ésta.
Las
estadísticas indican que las personas leen cada vez menos, pero más que pensar
en cantidades, debemos reflexionar sobre la calidad de lo leído, y lo que
reflejan los datos es que, de lo leído, comprenden aún menos y sus elecciones
suelen ser muy poco acertadas.
“La mayoría no lee porque no
tiene acceso a los libros, ni quien los inicie en la lectura; muchos no tienen
la posibilidad de ir a la escuela, ni de comer, eso hace que un libro sea lo
más lejano en sus perspectivas, en su realidad, los libros son un artículo
asociado a las clases medias y altas, sobre todo las medias”,
esto expreso Felipe Rosete, directivo de la editorial mexicana Sexto Piso
Siempre
nos dice: ¿el leer es importante pero
nadie dice por qué?
“Desarrollar el gusto por la
lectura no es cuestión meramente de voluntad individual. El interés por los
libros aparece sólo en ciertas circunstancias. ¿Qué propicia y qué inhibe la
afición por la lectura? Si México no es un país de lectores es porque no hay
condiciones para ello. El problema empieza en el sistema educativo”,
Jorge Medina Viedas, director entrante de Radio, Televisión y Cinematografía.
“Una persona que lee
desarrolla comprensión lectora, enriquece su vocabulario; tiene una mejor
expresión oral y escrita e incrementa su capacidad de resolución de problemas”,
expresa Roxana Núñez, directora de Asuntos Corporativos del Consejo de la
Comunicación, organismo creador y promotor de la campaña Diviértete leyendo,
expone que siempre se nos dice que la lectura es importante, beneficiosa pero
nadie explica por qué.
Surgida
en el marco del 50 aniversario de dicho consejo, la iniciativa incluye a dueños
de medios, empresarios, legisladores y asociaciones civiles. La campaña se
centra en estudiantes de primaria y secundaria, no obstante, con el objetivo de
llegar a público de todas las edades, incluye a personajes tan disímbolos como Místico, Danna Paola, Fernando Savater,
Diego Torres, Julieta Venegas, Capaz de la Sierra, Jis y Trino, Los Ángeles
Azules, los integrantes de Plaza sésamo, Pedro Ferriz de Con, Belanova y Héctor
Bonilla. Sin duda una selección ecléctica, en la que figuran personas a las
que resulta difícil creer que leen con frecuencia.
Núñez
reconoce que “definitivamente, algunos
leen más que otros” y que la selección funciona por la influencia que
tienen en sus fans: “Quizá tú o alguien
mayor no cree que leen pero sus seguidores sí”.
También
algunos narradores del México contemporáneo que trabajan por vocación y
voluntad, más que por dinero o fama, afirman que en la actualidad existe gran
variedad literaria, pero poca gente que pague por ello, afirmó el escritor y
periodista Marco Aurelio Carballo,
tras su participación en el ciclo Los escritores, la Asamblea y los Bi-centenarios.
El
cuentista, editor y columnista de El
Economista, Marcial Fernández, añadió que pese a este clima poco alentador
para los escritores, existe gran diversidad en las editoriales independientes,
donde surge la nueva literatura. Afirmó que “esta
nueva literatura prácticamente toca todos los géneros y no deja tema a la
deriva, es muy viva y no apuesta por “best sellers”, sino que apuesta a su
propia evolución particular, la cual surge desde la vocación interna de cada
escritor, lo que es admirable”.
Indicó
que México cuenta con una vasta cultura, pero existen dos factores que influyen
en su poco aprovechamiento: uno es la falta de interés de la sociedad y otro el
escaso acercamiento de las instituciones con la sociedad.
En
estos momentos, señaló Fernández, que la novela histórica está en su máximo
esplendor gracias a la gran variedad temática, la cual le ha permitido destacar
no sólo en Iberoamérica, sino también a nivel mundial.
Al
coincidir con lo anterior, el escritor Hernán
Lara Zavala señaló que el auge de la novela histórica en este año ha sido
muy evidente, y añadió que la temática que se trabaja actualmente en la
literatura tiene que ver con la violencia, el narcotráfico y la corrupción,
esto se debe a que los escritores son como radiólogos, que muestran desde su
trabajo el acontecer de la sociedad en la que viven.
Para
Marcial Fernández, la mala educación se debe a factores sindicales dentro del
sector público, así como a cuestiones de salarios, a esto se le suma el grave
problema generado por la gran influencia de la televisión en la sociedad,
efecto que atiende intereses mercantiles muy cuestionables y su calidad de
entretenimiento es verdaderamente triste.
Para
Lara Zavala, recién galardonado con el Premio Real Academia Española, el mito
de los pocos lectores ya no le preocupa, ahora es más bien la escritura. “La lectura actualmente se da por Internet y
me preocupa en el sentido de que se puedan perder los estándares de la
ortografía”.
El
principal acierto de Diviértete leyendo
está en sugerir periodos cortos de lectura y en los contenidos de su página
web, la cual ofrece una amplia selección de títulos según la edad y el grado de
escolaridad, asimismo se recomiendan por igual obras clásicas, comerciales y
también se dan “tips” para fomentar
el hábito en los niños y en adultos que no leen mucho, esta es una parte muy importante, porque como ya mencionamos, ayuda a
la formación literaria de nuestros niños, niñas y adolescentes, jóvenes y
adultos de nuestra sociedad. Por ello, desde el punto de vista educativo, el
conocimiento de esta literatura resulta indispensable para entender el
itinerario que siguen los niños y niñas en su aprendizaje de las convenciones
que rigen las obras literarias.
Otro
factor alejado del aspecto económico, pero igual de relevante, es el papel de la familia y la escuela; los maestros siempre
dicen: “la educación empieza en casa”,
tantas encuestas que se han realizado hasta hoy en día, todos los entrevistados
siempre coinciden en que el núcleo familiar y escolar tiene un papel fundamental
en el desarrollo de todo buen hábito.
“Depende absolutamente de lo
que se vea ahí, es lo que va a repercutir más, si el hábito está en la familia
se contagia de manera muy fácil”, enfatiza el director
general de la editorial Almadía, Guillermo Quijas.
Rosete
asegura que un buen lector necesita tener un proceso iniciático, requiere que
alguien lo vaya guiando: “Si naces en una
familia de lectores es más fácil que te orienten y leas libros en casa, si no es
así es mucho más complicado”.
Por
su parte, Roxana Núñez sugiere acercar a los niños a través de cuentos, ya que
eso ayuda a fomentar su imaginación y curiosidad, además de ayudarles a formar
un criterio propio, “se forma el hábito y
posteriormente los menores harán elecciones más complicadas y sofisticadas”.
En
el caso de los adultos, todos coinciden en que es muchísimo más complicado,
pero no imposible. Se debe realizar un proceso de autoconocimiento y hacer elecciones breves, sencillas.
“no hay nada que te aleje
más de la lectura que iniciar con un libro que no te gusta, que no es para ti.
Si nunca has leído y comienzas con Shakespeare o la Ilíada de Homero lo más
probable es que lo dejes en el primer capítulo y nunca volveras a abrir un
libro”, refiere Núñez.
Para
identificar nuestras preferencias, se puede tomar como referencia lo que vemos
en la televisión o en el cine y buscar recomendaciones de libros. Asimismo se
sugiere a los padres, si es posible, comprar libros para cada uno, si no que
tengan elementos del agrado de todos, es importante subrayar que no se deben
forzar las lecturas.
“Es un error común decir: ‘a
los 13 años leí El diario de Ana Frank
quiero que mi hija lo lea’, quizá lo que te gustó no les agrada a ellos, hay
que dejar que encuentren lo que les gusta para motivarlos”.
Rosete comenta que otro agente importante son las
personas que atienden las bibliotecas o librerías tanto públicas como las de
alguna institución en particular, es lamentable que actualmente carezcan de
conocimiento literario: “Sólo buscan en
un sistema si el libro está disponible o no, no son capaces de guiarte, de
darte buenas recomendaciones”, critica.
Asimismo
dice que los padres deben tener más interés por la lectura pero la realidad es
muy complicada “con jornadas de hasta 12
horas y largos traslados, quién va querer llegar a leer, después de eso, sobre
todo, si no tuviste ningún acercamiento con la lectura”.
También
resalta que oda institución debe contar con bibliotecas y con profesores
capacitados que promuevan el gusto por la lectura y ayuden a los alumnos a
establecer un criterio que les permita
descartar entre las lecturas que aporten algo significativo y las que no.
Hoy
en la actualidad, otro problema que afecta gravemente la formación de futuros
lectores son las editoriales que cada vez
quieren más y más dinero.
En
relación a las selecciones de las personas de esta actualidad descantan los
libros escolares, periódicos, revistas y libros, que en su mayoría son de
calidad cuestionable, como por ejemplo: las publicaciones que prometen éxito,
salud, abundancia económica; volvernos mejores amantes, mejores padres o
mejores hijos. Manuales de vida escritos en su mayoría por “gurús” y
celebridades televisivas; el fenómeno no es exclusivo de las grandes ciudades
como México y para muestra están los libros de Paulo Coelho, los de Stephenie
Meyer, los ejemplares “escritos” por Britney Spears, Naomi Campbell y Victoria
Beckham, quien siempre han presumido de no haber leído un sólo libro en su
vida.
Dicha situación obedece a objetivos
económicos, ya que financieramente es muy viable editar este tipo de
publicaciones: “Con dos o tres que hagas al año ya te salvaste financiera y
comercialmente; así puedes sacar otros 100 que se la van llevando”,
apunta el director general de Almadía, quien añade que las editoriales escogen
personajes de la farándula y política porque tienen gran impacto en la gente,
además cuentan con estrategias comerciales y grandes presupuestos. “Te
dicen que es lo mejor, lo que debes leer y muchos lo creen”, añade.
De
igual forma Felipe Rosete detalla que en una sociedad capitalista a partir del
espectáculo y la imagen, a muchas editoriales les interesa hacer dinero y por
ende vender: “Una forma es hacer libros
de personas que la gente identifique con el simple hecho de ver su foto, su
nombre, eso motiva a los editores, pero atenta contra la calidad literaria. Se
puede hacer sobrevivir a un proyecto de calidad literaria publicando buenas
cosas, con libros bien hechos, estéticos, no necesariamente tienes que publicar
cosas comerciales para darle viabilidad a un proyecto”.
La
gente adquiere ese tipo de lecturas porque son fáciles, “es muy sencilla te entretiene, no te hace pensar en absolutamente nada
o en muy poco y muy simple. Es como la televisión, todo te lo da peladito y a
la boca”, comenta el director general de la editorial Almadía, Guillermo Quijas,
quien cree que este tipo de libros
generan altas ventas rápidamente, por periodos cortos: “Son muy pocos los que pueden convertirse en libros que perduren y
logren sobreponerse al paso del tiempo. Esa es una característica de un buen
libro; lograr pasar por épocas diferentes y que en cada una de estas épocas vaya
cosechando nuevos lectores”, expone.
El
leer, no cualquier cosa, sino libros con calidad nos hace adquirir, con el paso
del tiempo, más conocimiento, es decir, nos convierte en personas más cultas,
para que el mismo gobierno, no nos convierta en una población manipulable.
No
pocos recuerdan cuando Martha Sahagún de
Fox plagió una frase del escritor irlandés George Bernard Shaw, además cambió nombre y sexo al escritor indio Rabindranath Tagore, refiriéndose a él
como la escritora “Rabinagrand Tagora”
mientras que su esposo, Vicente Fox
Quesada, el entonces Presidente de México, hizo lo propio al afirmar: “La gente que no lee es más feliz”.
Recientemente, también ha circulado ampliamente en la web un video en el que se
exhibe la incapacidad de los diputados del Partido Revolucionario Institucional
(PRI), del Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido de la Revolución
Democrática (PRD) para nombrar tres libros que han marcado su vida, algo que de
inmediato nos remite a diciembre de 2011, momento en que todos rieron y
destrozaron al entonces candidato a la Presidencia Enrique Peña Nieto quien tampoco pudo mencionar tres títulos indispensables
en su vida. La ironía del asunto es que
muchos de los que se han burlado hasta el cansancio de dichos sucesos,
probablemente tampoco podrían nombrar tres obras.
Lo
anterior es una claro reflejo de la profunda ignorancia de las autoridades y
una muestra de las consecuencias de no leer, efectos que experimentamos cada
día, la única forma de combatir este “problema”
es fomentando el habito literario.
“Una sociedad no informada,
no lectora, es fácilmente manipulable”, manifiesta director general
de la editorial Almadía, Guillermo Quijas. En tanto, Felipe Rosete asevera: “Una sociedad ignorante permite que
gobernantes incapaces de citar tres títulos lleguen al poder y hagan lo que
quieran desde él, creo que en los momentos que vive este país, de una violencia
exacerbada, indiscriminada y sin sentido, es muy importante retomar la
importancia de la lectura para darle un giro a ello”.
Si
todo México está así, no permitamos, que en un futuro, vuelva a suceder lo
mismo, tenemos que hacer que las generaciones futuras, sean más preparadas, más
cultas e informadas en todo tipo de campo y solo se puede lograr eso, mediante
campañas, nuevas y mejoradas reformas educativas, que de verdad funcionen, haciendo
que nuestros niños y niñas de ahora, empiecen amar la lectura, que sientan amor
por la literatura.
No
queda más que insistir. Las razones para no leer, no solo de
los campechanos, sino de todas las personas a nivel nacional, siempre serán
diversas y confirman lo descrito anteriormente: “no tienen un lugar apropiado para leer, les resulta muy difícil, es
caro; no encuentran material en su lengua de origen, no saben leer; no les
gusta o les da flojera”. La excusa principal siempre será la “falta de tiempo”.
Si
uno realmente lo desea puede hacerlo prácticamente donde sea, prueba de ello
son los lectores que pueden verse en los parques, los cafés y en donde sería
imposible creer que hay espacio para la lectura, como en el transporte público,
sitio donde puede verse esta actividad con frecuencia; dicho hábito florece
entre bultos, empujones, música a todo volumen, olores y sudoraciones varias,
lo que echa por tierra ese pretexto.
Más
que engrosar cifras y brillar en las estadísticas, la meta principal debe ser
crear buenos lectores, como ya se ha expresado, uno de los principales
atributos de la lectura es la capacidad de reflexionar, comprender, fomentar la
creatividad y el pensamiento crítico, por ello las personas que si se atreven a
hablar de esto, opinan que se deben mejorar las campañas existentes y unir
esfuerzos.
Para
Roxana Núñez el trabajo debe realizarse de manera permanente e incluir a todos
los sectores sociales y a las autoridades, “a
nosotros nos toca hacer las campañas, sumamos esfuerzos, no es solamente tarea
del gobierno, de la iniciativa privada y la sociedad civil, es responsabilidad de todos”.
Para
que el mexicano pierda el desinterés, opina, se deben realizar acciones
constantes, construir un movimiento a largo plazo; generar políticas públicas
dentro de las escuelas que fortalezcan la capacitación docente, porque no hay
mejores personas, que las que están bien
preparadas y sobre todo que amen su vocación, y aun así seguir motivando a los
maestros para que lean más y más y lo transmitan a los alumnos, así como hacer
un llamado a los padres de familia y organismos de la sociedad civil.
Igualmente, las empresas deben motivar a sus empleados a leer más y mejor.
Tal
como afirma Rosete no debemos casarnos con la idea de que en México nadie lee,
de que a nadie le gustan los libros: “Los
rivales a vencer son los medios de entretenimiento masivo, Internet,
videojuegos, pero sí existen lectores, la supervivencia de un proyecto como
Sexto piso, demuestra que hay personas interesadas en la lectura y la
literatura, tal vez no como debería, quizá los esfuerzos que se realizan no
tienen los efectos esperados y deben mejorar”. Ejemplo de ello es la
campaña Leer de boleto en el metro, cuyos títulos están disponibles
sólo en formato digital, lo que limita a todos los que carecemos de un teléfono
inteligente. De igual forma, los editores deben ser gestores culturales que
ofrezcan buena literatura y la hagan llegar a más gente. También remarcan que
la calidad es más importante que la cantidad.
A
decir de Rosete: “No sirve de mucho
hacerlo si no te aporta nada. Por ejemplo, leer el TV y Novelas, TV Notas no
aporta al lector, es muy superficial”.
Quijas
reitera que “leer un minuto es mejor que
no leer nada; si se hace menos tiempo pero con calidad hay mejores resultados,
en vez de leer mucho y pura basura”.
Felipe
Rosete expresa que debemos quitarnos la visión del gobierno responsable de todo
y que si bien debe tener un papel predominante, no es el único que debe
esforzarse. Guillermo Quijas sostiene que debe existir un esfuerzo conjunto
para hacer un trabajo de fondo y seguir insistiendo, pues se trata de una labor
diaria y “se deben hacer programas de
lectura que lleguen a cada vez más personas, generar eventos, experimentar;
llegar a nuevos grupos, democratizar la lectura porque es para todos; no tiene
que ser necesariamente libros pueden ser revistas, periódicos; en formato
impreso o digital, artículos muy simples o de literatura. Creo que en México
hay muchas personas y campañas que trabajan en ello; hay un gran número de
personas interesadas en leer, pero siempre se necesita más, continuamente,
tiene que darse toda una política educativa, de fomento a lectura y el libro”.
Si
ya se tiene el hábito hay que continuar leyendo y si va a comenzar recuerde el
consejo: “comience con algo fácil”,
según Quijas “al principio todo es válido
y si van iniciar con un libro de Jordi Rosado y luego van descubrir algo más,
está bien. Me parece que es un camino válido, siempre hay posibilidades. Hay
ciertos sectores en los que vale la pena empezar por cosas light. Esto también
puede hacerse con los clásicos, hay obras muy fáciles, perfectamente legibles
que pueden ser buenas para iniciarse en la lectura”, concluye.
Ahora también
existen libros dirigidos a los niños y adolescentes como un fenómeno cultural
de una cierta entidad. En consecuencia, el nacimiento de la literatura infantil
y juvenil como objeto de estudio se ha producido de un modo aún más inmediato
en el tiempo y la investigación en este campo sólo ha empezado a desarrollarse,
realmente, a partir de la Segunda Guerra Mundial.1
Mucho se ha hablado a lo
largo de la historia sobre el poder de las palabras. Con las palabras podemos
enamorar a quien amamos, podemos crear bellas historias para llenar nuestras
horas desocupadas, podemos describir el universo, podemos hacer reír y llorar o
fortalecer el alma de nuestros amigos con buenos consejos. Pero con la palabra
también podemos luchar por aquello que creemos justo y necesario. Muchas de las
cosas que ahora disfrutamos, se las debemos a aquellos que usaron la palabra
para luchar y defender sus ideas y su derecho a exponerlas en público. Algunos
incluso pagaron con su vida esa lucha, como Miguel Servet o Galileo, por citar
algunos.
"Tristes armas sino son las
palabras" que dijera el poeta Miguel Hernández.
"Aceptamos el hecho que siempre
tendremos pobres alrededor de nosotros, y que la pobreza es parte del destino
humano. Esto es precisamente el por qué continuamos con personas pobres en
nuestro mundo. Si creemos firmemente en que la pobreza es inaceptable para
nosotros, y que no debe pertenecer a una sociedad civilizada, construiríamos
instituciones y políticas apropiadas para crear un mundo sin pobreza.
Alcanzamos lo que queremos alcanzar", Fragmento de un
discurso de Muhammad Yunus, economista y premio Nobel de la Paz en 2006
El
objetivo general de este ensaño era la explicación del ¿porqué de la extinción
de la literatura como carrera humanista?, ya que en la Facultad de humanidades,
de la Universidad Autónoma de Campeche solo existe un salón de Lic. En literatura,
que solo contiene nueve alumnos, incluyendo a su servidora, la respuesta a esta
interrogativa se la explicare seguidamente.
La
extinción de la literatura se debe a la falta de interés por la lectura, ya que
nuestra cultura no está orientada a este hábito, considerado de muy pocos. Esto
se debe a muchos problemas que existen desde tiempos remotos, el principal se
refiere a lo económico, ya que no todos poseen la fortuna de poder tener
educación, las familias, sobre todo las numerosas, los padres no pueden
costearle los estudios a todos sus hijos, por lo tanto, prefieren emplearlos a
temprana edad, estos crecen analfabetos, y en su mayoría se repite la misma
historia.
No muchos en el estado de Campeche, conocían la
existencia de esta carrera, por lo que se propone difundirla, por medio de
talleres, conferencias, visitas a las preparatorias, dar charlas en las clases
de orientación vocacional sobre el perfil que los ingresantes deben tener y el
campo en el que podrían desarrollarse al estudiar esta carrera, los maestros de
introducción literatura puede promover a
sus estudiantes con más interés en esta con charlas más especializadas,
aconsejarlos y que el alumno conozca y tome sus propias decisiones.
1©
TERESA COLOMER, 1998
© De
la edición en castellano: FUNDACIÓN GERMÁN SÁNCHEZ RUIPÉREZ, 1998
Sede
en Madrid: Juan Ignacio Luca de Tena, 15. 28027 Madrid
ISBN
84-89384-17-7
Depósito
legal: M-39.308-1998
Printed
in Spain
Impreso
en Fernández Ciudad, S. L. Catalina Suárez, 19. 28019 Madrid.
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