sábado, 16 de noviembre de 2013

Causas escolares del suicidio en los adolescentes
Enna Elizabeth Camargo Gutiérrez
1º Semestre “A”
Literatura
Universidad Autónoma de Campeche

El suicidio es un problema muy grande de salud pública en todo el mundo, pero en los últimos años ha ido incrementando. Esto se ve sobre todo reflejado en los adolescentes y niños, pues la edad de inferencia en estos casos va al a baja, es decir que cada vez la edad en la que una persona comete suicidio empieza de manera más temprana, esto se puede ver reflejado claramente en los llamados suicidios infantiles.
A una edad tan temprana hay que recordar que la mayor parte del tiempo del desarrollo de una adolescente se da durante un horario escolar, donde también lleva a cabo la mayoría de su vida social. Todo está entonces, ligado de una u otra manera a la escuela. De aquí viene entonces un tema muy importante y preocupante pues el suicido de una persona de tan temprana edad se vería altamente influencia por sus experiencias vividas en el seno escolar.
Hay que recordar que si bien la influencia recibida en cas es muy importante, la escuela y el trato que se tiene con los alumnos es un detonante para la decisión de un adolescente de llevar a cabo un acto de suicidio.


Según estadísticas y estudios, está comprobado que cada segundo un ser humano trata de suicidarse en algún país del mundo. Y cada 40 segundos, una persona con este cometido cumple su propósito.
Casi un millón de personas se quitan la vida en todo el año, aún muchas más personas mueren cada año debido al suicidio que a la suma total de homicidios y guerras en todo el mundo.
El suicidio es la cuarta causa de muerte en México en adultos. La tasa anual de suicidios consumados en el año es del 5.7 por ciento y de no tomarse las necesarias medidas preventivas, para el año 2020 las cifras aumentaran solamente en este sector de la población de una manera en extremo alarmante, y todavía se tiene que considerar a los jóvenes y niños que serían más grandes sus cifras.
Pese a las discrepancias y deficiencias de las diversas fuentes de información, al igual que el registro de las estadísticas oficiales, se ha identificado al grupo poblacional de 15 a 24 años residentes de zonas urbanas como el de mayor riesgo sucedido llegando a ser en este sector la segunda causa de muerte por suicidio, superando a homicidios. Este es tan solo un breve panorama general de la situación actual del suicidio.
Un dato muy curioso fue que los suicidios que llegaron a llevarse a cabo de manera exitosa  eran de personas económicamente activas, contrario a lo que se puede pensar que es debido a que la falta de trabajo e ingresos fuese ser un factor precipitante.
En 19 entidades federativas predominó la proporción de los suicidas que tenían como residencia habitual un área urbana y en las 13 restantes un área rural.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que el país de México es el cuarto país con más suicidios registrados de América Latina solamente debajo de países como Argentina, Venezuela y Brasil quienes encabezan los primeros lugares de la lista.
Este preocupante fenómeno está considerado como la segunda causa de muerte entre los jóvenes mexicanos después de los accidentes automovilísticos. De este fenómeno aproximadamente 3200 suicidios que ocurren cada año son personas de entre 11 y 20 años.

Los suicidios se han convertido en un problema de salud pública en México, de acuerdo con las estadísticas de mortalidad, durante 2011 en el país se registraron 5 mil 718 suicidios de los cuales 80.8% fueron consumados por hombres y 19.2% correspondió a mujeres, lo que significa que ocurren cuatro suicidios de hombres por cada suicidio de una mujer. En lo que se refiere a su evolución, es posible advertir que la tasa de suicidios presenta una tendencia creciente, pues de 1990 a 2011 para la población en general la tasa se duplicó al pasar de 2.2 a 4.9 suicidios por cada 100 mil habitantes. Por sexo, en 2011 la tasa de mortalidad de esta causa fue de 8.2 por cada 100 mil hombres y de 1.9 suicidios por cada 100 mil mujeres (Yáñez de la Cruz, 2012)
Es muy importante el considerar que los suicidios en adolescentes son mucho más frecuentes en zonas urbanas.
Datos oficiales revelan que en México la tasa de suicidas aumentó considerablemente un 50% en lo que va del 2011, por lo que se clasifico como la segunda causa de muerte. Además de eso, ese mismo año se registraron 5 mil 718 suicidios, de los cuales 80.8% fueron consumados por  hombres y 19.2% por mujeres. El Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía registro en el 2009, 60 suicidios 10 a 14 años; 9 suicidios, 15 a 25 años; 51 suicidios. Mientras que en el 2010 fueron 84 en las mismas edades, por lo que el índice del aumento anual es del 7.69 por ciento (Águila, 2012)

Con todos estos datos es obvio remarcar que el país ha estado en un constante crecimiento en su tasa anual de suicidios, y que esta problemática se ha llegado a extender tanto que ahora es una delas principales causas de muerte en México.
Y no solo el problema del suicidio ha ido en incremento sino que también el rango de edad en el que se empieza con esta acción se ha disminuido, esto quiere decir que en estos tiempo la edad para cometer suicidio se ha ido en una dirección tan alarmante que el fenómeno ya es muy común y se le ha denominado suicidio infantil. El llamado suicidio infantil es muy peligroso porque, tal como lo dice su nombre, las personas que lo comenten no han ni siquiera llegado a alcanzar la edad de la pubertad y mucho menos la adolescencia y la juventud
De igual manera nos podemos dar cuenta de lo alarmantes que son los hechos porque en las estadísticas se puede encontrar una evidente mayor tendencia entre los jóvenes de 12 a 24 años. Además de ser la tercera causa de muerte entre jóvenes de 15 a 24 años de edad, de acuerdo con Centers for Disease Control and Prevention (CDC), solamente ubicado después de accidentes y homicidio. Se cree además que por lo menos 25 intentos se hacen por cada suicidio de un adolescente.
Este tipo de problemática no solo se tiene que ver como un global sino como una suma de factores y el tener los índices de suicidio globales de todo el país se focalizar en la globalización del problema, hay que recordar que cada estado tiene índices independientes. Al remitirse a los índices de cada estado es más fácil darse cuenta de los problemas individuales que tienen.
Dentro de este alarmante marco de cifras señalar destacadamente que los estados de Campeche y Yucatán son los que presentan las tasas más altas con 9.5 y 9.3 por cada 100 mil habitantes, respectivamente, mientras que Guerrero presenta la tasa más baja con 2.6.
Estos datos son en concreto muy altos ya que coloca cada vez más personas con un deceso por causa del suicidio.
Pero el problema central de esto es el suicidio en jóvenes, pues no parece haber una causa fundamental para tantas muertes auto infringidas en personas que apenas han empezado sus años de vida como parte de una sociedad funcional que se tiene que atener a reglas.
El enfoque se puede ver desde una perspectiva general que es la que mayormente se le ha dado pues aun habiendo causas aparentes y que son muy fáciles de identificar no se ha podido llegar a muchas acciones en concreto para poder prevenir este grave problema.
Estimaciones de instituciones de salud en el mundo refieren que en el 90 por ciento de los casos de suicidio existe al menos algún tipo de trastorno psiquiátrico. Pero el 10 por ciento restante es derivado por problemas familiares u otro tipo de factores existenciales en los que el afectado no ve otra salida que quitarse la vida (Camarillo Cortés, 2013).
Por otro lado hay autores que han tratado de dar una explicación a este tipo de comportamiento por parte de los jóvenes ahondando en las razones del comportamiento que ellos como toman, como Seiden (1969), quien dice que los jóvenes que intentan autolesionarse casi siempre vienen de un sistema psicosocial alterado, es decir, hay una historia de separaciones y pérdidas repetidas y de padres con habilidades de afrontamiento inadecuadas que tienen dificultad en organizar sus propias vidas y no están al tanto de los problemas de sus hijos. También el joven tiene problemas de conducta y académicos, al igual que interpersonales.
Los factores que están comprobados se llega a aumentar en amplia medida el suicidio son:
·        Los trastornos psicológicos, mayormente la depresión, el trastorno bipolar y consumo de drogas y alcohol.
·        Sentimientos de angustia, irritabilidad o agitación
·        Sentimientos de desesperanza y de complejo de inferioridad que con frecuencia se manifiestan con la depresión
·        Un intento previo de suicidio
·        Antecedentes de depresión o de suicidio en la familia
·        Abuso emocional, físico o sexual
·        Falta de un grupo de apoyo, malas relaciones con los padres o sus pares y sentimientos de aislamiento social
·        Hacer frente a bisexualidad u homosexualidad en una familia o comunidad que no lo apoya o en un ambiente escolar hostil

La escuela es un factor importante y hasta cierto punto determinante en el crecimiento, educación y desarrollo social de un niño y adolescente. La etapa en la que inicia la secundaria es la etapa en la que se empieza el desarrollo social, más propiamente dicho, dentro de las personas pues se interactuad de manera más consiente con los compañeros y los vínculos afectivos que se llegan a formar son cada vez fuertes.
Durante tanto tiempo que el adolescente pasa en la escuela no es difícil ver que su comportamiento y decisiones sean influenciados por ella, y que además esas decisiones estén mayormente basadas en las experiencias vividas dentro de los planteles educativos.
Dentro de este concepto es muy fácil ver que la escuela puede ser un factor determinante a la hora de que un adolescente decida seguir con el acto de quitarse la vida.
Aún dentro de todo el ámbito escolar puede haber muy diversos motivos para que un joven decida cometer suicidio y hay que analizarlos todos.
Gómez y Hernández (1984), citan a Durkheim (1897) él considera que el suicidio es un exceso o defecto de la integración social de la persona a la que le compete; en sus documentos afirma que el suicidio no solo es un problema que se reduce a la mente individual de algunas personas; sino que éste, es un asunto que también le compete a las masas y por ende a la sociología, ya que el suicidio se produce en una sociedad y se origina por muy diversos hechos sociales externos a los correspondientes individuos suicidas y no pueden ser solamente reducidos a datos psicológicos.
Con esto se quiere dar a entender que el suicidio puede aparecer en diferentes sociedades, contextos, como algo que está como algo que va condicionado a las diversas clases sociales y por esto, para él y la sociología, la unidad a la que le compete el análisis es la sociedad y no el individuo el individuo en sí.
Otra postura totalmente diferente es la que le aqueja al psicoanalismo, en esta se dice que Freud (1971) afirmo que el “odio hacia el yo se observaba en la depresión, procedía de una cólera hacia el objeto amado, cólera que la persona dirigía hacia ella misma. Consideraba el suicidio como la forma externa de este fenómeno y dudaba de que hubiera un suicidio sin el deseo primitivo reprimido de matar a alguna otra persona”.
Otros psicoanalistas a partir que dijo Freud, señalan la naturaleza expiatoria de la ira dirigida contra sí mismo y su mal encausado propósito adaptativo en el ser humano de reparación con la esperanza del sujeto de ser perdonado y reconciliarse con el objeto que es víctima de su frustración.
Autores como Jousset y Moreau de Tours realizaron diversas  clasificaciones sobre el fenómeno del suicidio. De ellas se podría tomar que la que más ocurre en adolescentes es el suicidio melancólico que se relaciona con un estado de depresión, de enorme tristeza, que hace que el enfermo no aprecie seriamente los vínculos que tiene con las personas y cosas que le rodean; los placeres carecen para él de sentido y de atractivo, todo lo ve en una luz negativa, la vida le parece dolorida. Esto remite a la depresión.
Según, Thomas E. Ellis (2008) hay numerosos caminos que causan los comportamientos disfuncionales y se requiere de un análisis conductual para descubrir las variables especificas controladoras para actos suicidas específicos en los individuos específicos.
Entre estas variables encontramos:
·        1. El medio ambiente: La persona suicida es producto de una vulnerabilidad biológica por la no regulación de sus emociones y ambientes dañinos a los que se le expuso en la infancia. Los eventos del medio ambiente son la primera causa de una cadena de eventos, que incluyen pensamientos, emociones y conductas disfuncionales que resultan en acciones suicidas específicas.
·        2. Eventos adversos: los eventos estresantes de la vida llevan a emociones saturadas de estrés, depresión y comportamiento suicida. Muchas de las conductas suicidas están asociadas con el estatus socioeconómico bajo y altos niveles de perdidas personales, conflictos, separaciones entre otras.
·        3. Carencia de apoyo social: la falta de apoyo social se asocia con cuan vulnerable se puede ser a cometer suicidio. El apoyo emocional durante una crisis es fundamental para los que la padecen, la asistencia activa para reducir el estrés y sugerencias de posibles alternativas para resolver los problemas son de gran ayuda para la prevención y tratamiento.
Hay un gran número de causas diferentes para el suicidio pero generalizando más se puede encontrar patrones en todas ellas que tienen que ver con las siguientes situaciones:
·        Depresiones. Enfermedad que conlleva riesgo de suicidio en el 10% al 30% de los que la padecen, fundamentalmente aquellas depresiones consideradas graves.
·        Malas relaciones afectivas.
·        La falta de comunicación entre padres e hijos.
·        Otros factores adversos son la presión a la que están sometidos los jóvenes ante el constante bombardeo consumista y competitivo, provocando que se planteen metas a veces inalcanzables que les impiden disfrutar de una mejor calidad de vida a la que aspiran.
Se ha encontrado que la mayoría de los estudiantes que tienen ideas suicidas se ven altamente influenciados por su rendimiento escolar. 
La evaluación que hacen los colegios de sus estudiantes incorpora muchos aspectos de carácter formal e informal que de una u otra manera llevan a hacer juicios de valor sobre el desempeño escolar. Este concepto involucra tanto los resultados académicos como comportamientos y actitudes de los jóvenes.
Es muy común que los padres y/o madres de familia se vean convocado a juntas escolares, como procedimiento estándar en los planteles educativos, para recibir noticias sobre el desempeño educativo y académico de su hijo estas observaciones suelen acompañar los resultados académicos en las entregas de informes que los maestros hacen al final de cada período, estos informes son en esencialmente significativos para ambas partes (Padres e hijos) pues en gran medida en que los juicios emitidos por medio de estos papeles les hablan a los tutores de situaciones fundamentales con respecto a sus tutorados.
De igual manera es común que, en ese tipo de reuniones o juntas, se encuentren con noticias de una índole que se considera mala  o, más bien,  negativa tales como que el involucrado tiene una muy mala y déspota actitud frente a una profesora o profesor, o que de igual manera se le ve triste, es muy insolente en su trato, tiene un comportamiento muy hiperactivo, habla demasiado o nunca participa en las actividades escolares, es descuidado con sus deberes o con el uso del uniforme y con su aseo personal, entre muchas otras.
Desde luego, también están los reportes formales de rendimiento académico que pretenden ilustrar el avance en los aprendizajes exigidos por el plan de estudios del colegio. Los reportes académicos indican a los estudiantes y a las familias el estado actual de aprendizaje, si están aprendiendo o tienen dificultades en alguna materia, si hacen sus tareas, si participan en las actividades de clase, entre otras. Todos estos reportes incorporan tanto elementos objetivos como apreciaciones subjetivas de los maestros. No es extraño que un estudiante sea considerado excelente por un maestro, mientras otro lo califica de una forma negativa.
Reprobar el año escolar tiene un alto  significado tanto para los padres como para los hijos. Los primeros pueden experimentar frustración porque ven defraudadas sus expectativas sobre el futuro de sus hijos y los ponen de cara a las posibles dificultades que esta situación puede evidenciar como problemas de rendimiento o de conducta.
Por su parte, la mayoría de los niños y jóvenes reaccionan inicialmente con sentimientos de inconformidad, rabia, tristeza o temor. Para ambos puede implicar perder las ilusiones, el tiempo de trabajo, la energía, la inversión económica de los padres y no cumplir con las metas propuestas.
Aprobar o reprobar es una decisión difícil en la que deben estar involucrados los padres y el colegio. El impacto de  este tipo de situación puede ser distinto para cada niño dependiendo de diferentes  aspectos principalmente el que tiene que ver con las diferencias individuales de cada uno de los alumnos.
Es necesario remarcar que no es esencialmente malo volver a tomar un curso pues muchos jóvenes se benefician con el hecho de volver a cursar un grado, y los cambios, aunque parezcan, para el joven y en momentos para el padre, en extremo negativos pueden reportar, de igual manera, resultados positivos.
Sin embargo, para otros la correlación es negativa pues en ella se tiene de una experiencia como se es el volver a cursar un año y que resulta afectando su confianza y además de que puede llegar a experimentarse como una fuerte sensación de fracaso lo que se traduciría muy seguramente en un menor desempeño por parte del alumno en el siguiente curso que está destinado a retomar, este es el punto en el cual es peligroso emitir estos juicios por parte de un docente o padre de familia.
El docente tiene una tarea por nombre, en extremo difícil e importante por tener la tarea de buscar ser el más imparcial posible cuando se trate de juzgar sobre el desempeño y conducta del alumno
El padre de familia de igual manera tiene una amplia responsabilidad al momento de tener conocimiento sobre el estado de su hijo, pues su forma de comportarse hacia él es una manera que va a ser en extremo decisiva y fundamental para la forma en la que el joven afrontará la situación.
Para los niños pequeños la mayoría de las veces esta decisión resulta beneficiosa, ya que la inmadurez es el motivo más frecuente por el cual no alcanzan los objetivos curriculares. El asunto, en este caso, es cuestión de tiempo y "quedarse repitiendo" es ganar en autoestima, confianza y seguridad en sí mismo. Cuando esta situación se torna en adolescentes el cuadro  es un poco más difícil porque las relaciones sociales están más estructuradas y no avanzar al año siguiente implica el alejamiento de su grupo de amigos que en ese momento es un referente de gran influencia. Sin embargo, algunas veces ellos mismos son conscientes que avanzar con ‘lagunas’ puede acarrearles más problemas en los años siguientes, aunque esto suceda en muy poca medida entre los adolescentes.
De cualquier manera, lo más importante es evaluar de una forma  precisa la situación particular con el propósito de comprender los factores que influyen en el aprendizaje exitoso del joven estudiante. 
Perder el año al repetir un curso no tiene que ser una tragedia familiar de proporciones estratosféricas pero tampoco es un asunto que deba tomarse a la ligera y con una visión divertida y despreocupada por todo lo que acarreará en el futuro para el joven que ha caído en ella.
El suicidio infantil y juvenil ha venido creciendo en el país y una de las causas es la pérdida del año escolar. Esto aunque se pueda ver como algo exagerado es en extremo verdad pues por esa época del año suelen llegar casos de intentos de suicidio por parte de adolescentes asustados, y hasta niños con edades muy  pequeñas, con relación a como reaccionaran sus padres frente a sus resultados académicos que ellos han tenido y que los han orillado a repetir un curso que ya habían tenido.
Está demostrado que perder el año afecta el desarrollo futuro de un estudiante, esto es porque altera su proyecto de vida y lo relega dentro del sistema educativo ya que esta situación lo hace quedar como un tonto frente a todos los compañeros que si han llegado a avanzar a otra etapa de su vida mediante el curso escolar.
No hay que olvidar que estos no son solo los únicos motivos de las causas principales del suicidio en México pues  el bullying que abarca gran parte de las causas escolares de este tipo de deceso por parte de los adolescentes.
El bullying comenzó a ser motivo de investigación aproximadamente en los años 70 del siglo pasado en Europa, al verse registrados casos de suicidios de jóvenes estudiantes. Fue el psicólogo Dan Olweos quien por primera vez utilizó el término bullyin (intimidación), para referirse al maltrato del que son víctimas estudiantes en el contexto escolar y tiene que ver con maltrato, aislamiento, amenazas, insulto o hasta agresión física en contra de una o muchas víctimas.
En el mundo cada año un millón 100 mil personas se quitan la vida por diferentes razones, entre ellas enfermedades, adicciones, problemas familiares, crisis económica y depresión, entre otros. Reportes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras organizaciones internacionales como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y la Unión Europea (UE), han externado su temor por el incremento en el número de niños y jóvenes que se quitaron la vida en el 2012, al quedar registrados al menos 600 mil decesos, de los cuales la mitad están relacionados con casos de bullying, por lo que consideran que de continuar a la alza esta tendencia, para el año 2025 la pérdida de vidas por este motivo rebasaría los 850 mil decesos, muy por arriba de fallecimientos por conflictos bélicos, rosando niveles epidémicos (Camarillo Cortés, 2013).
Estadísticas nacionales el suicidio por bullying ha ido en aumento, aunque señaló que este tipo de hostigamiento siempre ha existido en las escuelas, pero actualmente se ha intensificado y ha tenido un gran impacto en los adolescentes de 12 años que han llegado a tener ideas suicidas.
América Latina es la región más violenta del mundo y también el área donde los estudiantes padecen más bullying o acoso escolar, con un 70% de casos, según la organización Plan Internacional. Sobre este asunto, la representante del Unicef para América Latina, Una McCauley, refirió que el acoso escolar afecta tanto a la víctima directa como a los testigos, profesores y todo el sistema de aprendizaje.
De acuerdo con estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el primer lugar internacional en casos de bullying entre estudiantes de secundaria. Según el organismo, el número de casos de acoso o bullying en el país ha aumentado y afecta a 40% de los 18 millones 781 mil 875 alumnos de primaria y secundaria, en instituciones educativas públicas y privadas.
En 2009 el saldo de suicidios que dejó el bullying fue de 190 suicidios adolescentes, de acuerdo con la dirección general de la Prevención del Delito de la PGR presentada por Francisco Castillo en las discusiones sobre el bullying. Este tipo de agresión se presenta un 8.8% en niños de escuela primaria, 5.6% en alumnos de secundaria.
Aunque en el presente está comprobado que muchos casos de suicidio están altamente conectados el con acoso y maltrato escolar, estadísticas gubernamentales en varios países del mundo intentan de hacer más pequeño el problema y separar estos casos haciéndolos pasar como hechos aislados que vienen  de problemas familiares o por cambios de hábitos.
Cifras de la OMS y confirmadas por Naciones Unidas señalan que cada año se suicidan en el mundo alrededor de 600 mil adolescentes entre los 14 y 28 años, cifra en la que por lo menos la mitad tiene alguna relación con bullying, siendo los países europeos lo más golpeados por este fenómeno al contabilizar alrededor de 200 mil suicidios por año, mientras que en países de América Latina la cifra de decesos no rebasa por ahora los 85 mil (Camarillo Cortés, 2013).
Las diferentes formas de acoso pueden ir desde las más sutiles como bromas pesadas, apodos denigrantes, amenazas, tirar, romper, robar cosas, hasta golpes o el aislamiento total de un grupo.
Ese tipo de situaciones puede llevar a la persona a un  cuadro de trastorno de ansiedad que se verá como en un  corto plazo suele derivar en depresión. Esto tiene muchísimas consecuencias para las persona de cualquier edad y por consiguiente muchas más para todo chico. Y el peor de los efectos es el suicidio. Esto hay que tenerlo muy presente porque la segunda causa de muerte en adolescentes es el suicidio y la primera causa de suicidio es el bullying.
También tienen más tendencia al consumo de sustancias, a la depresión, a trastornos de ansiedad, a obesidad y a la victimización. En el hostigador también hay factores de riesgo: se ve una mayor frecuencia de casos de violencia familiar. Nunca es lineal, sino que son factores de riesgo. Pero es importante que se vea que el hostigador también tiene un problema.
“El fenómeno de conducta agresiva y hostigamiento escolar, conocido como bullying también se da por Facebook, Twitter, Whatsap (conocido en este ámbito como cyber bullying) y otros medios de comunicación social que emplean los adolescentes”, explica Freddy Vásquez, jefe del Programa de Prevención de Suicidios del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi.
En suma al tema, el Director de Salud Mental del Minsa, Carlos Bomley Coloma, sostuvo que hay ciertas características que ayudan a identificar a un potencial suicida, dependiendo de la edad de la persona. El especialista señala que si se trata de un adolescente, se debe observar si cambia su rutina, se aleja de los amigos o de la familia, o si se encierra en su cuarto, disminuye su rendimiento académico o quizá si empieza a comer y dormir menos, e incluso si se vuelve poco tolerante y hasta violento.
Hay que recordar entonces que el bullying existe en muchas formas y que será una de las principales causas de suicidio en los adolescentes. Pero pese a esto no hay que olvidarse de que hay que estar atentos a las muchas otras causas, tanto las psicológicas como las sociológicas que atienden a los jóvenes en las escuelas.

El suicidio por causas en el ámbito escolar es algo muy común pero a la vez muy serio y preocupante pues se ha vuelto algo tan normal que lo alarmante de lo que en realidad significa queda en segundo plano.
No tiene que ser necesariamente bullying pero aun así es detectable que muchas de las razones recaen principalmente en él.
Hay que revisar muy bien todos los factores y poder detectarlo en algún menor para poder prevenir todas estas conductas.
Sin embargo esto no es suficiente pues es necesario tomar acciones desde la educacación de los adolescentes para poder lidiar con este tipo de situaciones en todos los niveles y desde todos los aspectos.
Es cierto que la adolescencia es una edad difícil, y que muchas de estas causas pueden recaer en la confusión que se deriva debido a los grandes cambios que se tienen en esa etapa, pero esto aun así no es suficiente para poder tomarlo como explicación a todo este gran fenómeno.
Hay que ser individuos conscientes y hay que educar los adolescentes para que en un futuro lo sean, y que al mismo tiempo se vean capaces de llevar a cabo grandes decisiones, además de poder afrontar los problemas que más adelante se les plantee en su paso por la vida.

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