sábado, 16 de noviembre de 2013

Los niños y jóvenes de hoy

Por: Obed caamal Villamonte
1ero B Lic. En psicología
Universidad Autonoma de Campeche
ACT12_PSICOB

Introducción
En este ensayo tratare un tema muy común entre la sociedad, y más entre la sociedad joven, en cualquier parte del mundo se ve lo mismo, con relación a la conducta de los jóvenes en los últimos años. Se escucha sobre robos, asesinatos, suicidios, vandalismo, el trafico de drogas y los famosos embarazos de muchachas que aun ni terminan la preparatoria. Es un tema alarmante a la vez porque nuestra juventud de hoy sufre, y la mayoría de las personas le echan la culpa a los mismos jóvenes, sin darse cuenta que no hay que buscar culpables, sino soluciones. En el transcurso del ensayo se tocaran temas y se reflexionara sobre cómo es que piensan los muchachos hoy en día, que concepto tienen acerca de la vida, en que tiempos estamos viviendo ( porque es también factor importante el tiempo en que se vive), que problemas hay con los jóvenes, y como lograr llegar a una conclusión para intentar mejorar este asunto.

Desarrollo
Para comprender mejor sobre este tema, primero reflexionaremos el pensar del joven en estos días:
Los jóvenes creen saber algo de la "vida". Así es, creen saber qué es tomar una decisión, creen saber que es una meta, que esfuerzo implica, creen que son lo suficientemente "maduros" para afrontar el mundo real, lleno de muchas cosas que ellos no conocen. Creen saber qué es el amor, y aseguran haberlo sentido, este es quizás uno de los problemas más grandes de esta juventud, creen saber que se siente amar y ser amado, creen que cuando tienen un/a novio/a ya deben experimentar lo que es el sexo, o solamente poniéndolo como un requisito para demostrar amor, cuando es una simple relación que no durará más de 4 meses. Quieren experimentar cosas como las drogas. Quizá por la falta de atención, o por divorcio de las parejas, los jóvenes empiezan a adentrarse en los caminos del sexo, las drogas, el alcohol. Simplemente por suplir ese cariño que a veces sus padres no les dan, tanto así que si le preguntas a un niño de 10 años que como es tener sexo. Te lo dice con una seguridad y detalles que espanta a uno.
La juventud de hoy se queja. La juventud del siglo pasado se quejaba. La juventud siempre se ha quejado y siempre tiene razón. No les gusta el mundo que les rodea y lo quieren cambiar. Esta es una manera de ver el problema, pero hay otras para la juventud de hoy.
La juventud de hoy en día se basan es ser rebeldes en hacer lo que a ellos les parezca sin importar las consecuencias Los jóvenes de hoy en día ya no tiene ideologías solo piensan en las drogas y el sexo ya no distinguen el mal del bien ya no hay leyes ni derechos, muchas cosas más sin saber el mal que ellos mismos se están haciendo pero cuando ellos se encuentran en su necesidad en adquirir lo que ellos quieren o necesitan se ponen a robar, pelear con sus familias y las mismas familias la mayoría de las veces ni caso les hacen, la mayoría de los problemas de drogadicción se presentan por ausencia de sus padres y de mas familiares y como hay unas personas que les comunican a los padres de los jóvenes que les pongan cuidado a sus hijos y lo primero que ellos hacen es enfrentarse y tratar mal a las personas que les están haciendo un bien sin importarles las consecuencias y mas adelante se arrepienten de no haberle puesto cuidado a las personas que les decían que le colocaran cuidado a sus hijos cuando ellos ya están perdidos en el vicio y no hay nada que hacer por ello.
En otras circunstancias los adolecentes dejan el colegio, una de las mayores causas es por burla de los otros compañeros por cualquier defecto físico o cualquier otra cosa que a ellos les cause risa por esos motivos los empiezan a molestar y molestar hasta que ellos se aburren y mejor deciden salirse del colegio, otra causa es las amistades que empiezan a influenciarlos a ellos diciéndoles que el estudio no sirve para nada bueno diciéndolo cualquier cantidad de cosas que ellos van creyendo ciertas.

Ya entrando más al tema con lo que se reflexiono al principio podemos ver lo que los jóvenes se han creado una visión de la vida basada en todo lo que ven a su alrededor, por mi parte yo comento que, sabemos que la conducta de los jóvenes es siempre un indicativo de cómo funcionan como personas.
Hoy podemos observar cómo muchos jóvenes viven alocados, carentes de auténticos valores. Vemos cómo muchos jóvenes se drogan, roban, violan, no quieren saber nada de Dios ni de moral, huyen de todo esfuerzo. Si obran así, si hacen lo que hacen, es porque los modelos sociales, los valores sociales, lo que se lleva, les impulsan a la acción. Por eso, creo, que más que hablar de valores y contravalores de la juventud se debe hablar de valores y contravalores de la sociedad.
Recuerdo, hace algún tiempo, un artículo publicado en una revista, titulado “Hablan los jóvenes”, donde decían: “Los jóvenes no somos malos, lo que ocurre es que los mayores nos están un futuro jodido, podrido, lleno de corrupción y de hipocresía.”
Reflexionando esta afirmación creo que los jóvenes no están tan equivocados al final y acabo. Porque, ¿Quién maneja la pornografía? (revistas, cine, videos, TV) Los mayores. ¿Quién maneja el tráfico de drogas? Los mayores. ¿Quién maneja la prostitución? Los mayores. ¿Quién maneja los medios de comunicación? Los mayores.

Los padres, ante estos hechos, debemos preguntarnos: ¿qué mundo hemos hecho para que los jóvenes sean así? ¿Qué sociedad tenemos? ¿Qué paradigmas hemos construido?¿Qué deformidad hemos estimulado? ¿Qué locura estamos prodigando? ¿Qué hijos estamos echando al mundo?
No cabe duda de que cuando los valores se olvidan aparecen los problemas de droga, de la degradación sexual a que hemos llegado, de vandalismo y de delincuencia, del vacío de vivir, están en estrecha unión con la falta de formación para los valores.

La sociedad de consumo está inculcando a la juventud que lo más importante en la vida es ganar dinero y divertirse, despreciando el valor de la ciencia, de la sabiduría, de la dignidad y valía personal. Este gran profesor –la sociedad– manipula a los jóvenes, imponiéndoles modelos de comportamiento aberrantes. En las calles de muchas ciudades se aglomeran los fines de semana por cientos, chicos y chicas que apenas estrenan la pubertad y que se entregan a un rápido consumo de alcohol.
La escuela, los institutos, la universidad, tienen por finalidad preparar a los jóvenes para que según salgan a la sociedad a enfrentarse a este mundo. Pero los padres nos preguntamos: si los jóvenes se quitan la vida, si las cifras de delincuencia van en aumento, si el consumo de alcohol entre los jóvenes es alarmante, si las parejas de hecho y las separaciones matrimoniales aumentan, en otras cosas mas, si todo esto ocurre tenemos que pensar que ni la escuela, ni los institutos, ni la universidad están cumpliendo sus funciones. Será que en estos centros se informa, pero no se forma. Si es así, los jóvenes tienen derecho a preguntarse: ¿de qué nos sirve saber tantas matemáticas, tanta historia, tanta filosofía, tantos idiomas, si nadie nos ha enseñado lo que es el amor, el respeto a los demás, la solidaridad, el saber hacer uso de la libertad, el sentido del deber y la responsabilidad, el saber decir NO a muchas cosas?
“El futuro de la humanidad está en las manos de aquellos que sepan dar a los jóvenes razones para vivir y razones para esperar.” ¿Y quiénes son aquéllos? Sabemos que no será ni la escuela ni la universidad. Ése es el gran reto de los padres. Hay que observar y velar. Muchos padres creen que su labor como padres termina con mandar a sus hijos al colegio. Demasiado confiado. La juventud no nace ni buena ni mala. La juventud se hace.
Entrando a otro punto factor muy importante por la cual ocurre todo esto es que, hoy estamos en una época confusa y la falta de claridad está trayendo unas consecuencias negativas para los jóvenes, por ejemplo, la confusión entre amor y sexo, y por otra parte no saber que el amor auténtico implica gozo y renuncias, alegrías y sacrificios. Son los mayores los responsables de la mayoría de los problemas y daños que los más pequeños sufren a diario. Muchas personas mayores proyectan sus enojos, sus placeres como el abuso sexual, sus vicios, sus hipocresías, sus poderes, sus miserias, sus negligencias, sus frustraciones, en los menores que tienen a su alcance. Así, muchos niños están bajo la protección del Estado por haber sufrido malos tratos psíquicos o físicos, desprotección o abuso sexual. Un 25% de niños menores de 15 años ha sufrido abuso sexual, Más de 400.000 niños y niñas sufren malos tratos físicos. 50.000 niños ingresan anualmente en hospitales por malos tratos. El 3% de los menores de 14 años han hecho intentos reales de quitarse la vida.

Casi todos los menores con trastornos de conducta son producto de situaciones familiares conflictivas, poco afecto, padres agresivos, sobreprotección, autoritarismo, alcoholismo, etc.
Tanto los jóvenes acusan a los mayores también ellos son acusados de muchas cosas, los adultos, por su parte, acusan a los jóvenes de irresponsabilidad e incongruencia, de su afán destructor sin ofrecer un programa constructivo a cambio, de una visión del presente que ignora el pasado y de un idealismo utópico que no conduce a nada práctico.
dicen los adultos, desafían las normas y la autoridad que las mantiene, adoptan modos y atuendos excéntricos, no se ajustan a los patrones convencionales de la convivencia entre los sexos, protestan demasiado en sus canciones, violencias, manifestaciones.
La rebeldía, es otra de los rasgos característicos de la adolescencia. Los jóvenes pueden rebelarse abiertamente, oponiéndose a lo que se les dice, contestando mal, desobedeciendo, o pueden ejercer una resistencia pasiva, dejando de estudiar, tumbándose en el sofá, no duchándose, encerrándose en la habitación o ensimismarse en su mundo interior. Esta segunda resulta mucho más irritante y más persistente, siendo más difícil dominarla. Cuando los jóvenes no se rebelan abiertamente, hacia los demás, pueden rebelarse hacia dentro, hacia ellos mismos, haciendo dieta, bebiendo, cometiendo imprudencias… Ninguna de estas manifestaciones es preocupante por sí misma y, habitualmente se equilibran. El problema viene cuando una de estas conductas se descontrola y absorbe la vida del joven, por ejemplo negándose a salir con amigos, o procurando pasar en casa el menor tiempo posible.
También a los jóvenes se les acusa de muchos aspectos en los que no solamente ellos toman parte de eso mismo. Son muchas las veces en las que son tratados como inmaduros e irresponsables, mientras ellos se consideran más bien incomprendidos.

A cada uno le ha tocado vivir su juventud en una determinada sociedad, y por suerte o por desgracia a los jóvenes de hoy en día les ha tocado vivir en ésta, donde las cosas cambian continuamente y todo se renueva antes de que se puedan dar cuenta. 
Las puertas se les abren cada día a nuevos mundos donde les tocará decidir qué papel quieren tomar en ese juego y ahí es donde cada uno elegirá qué camino seguir, entre los jóvenes hay de todo, pero como en todo lo demás, no se puede generalizar y hablar de “los jóvenes de hoy en día” como un todo, hay que saber distinguir y diferenciar.

Ellos también trabajan y luchan por el futuro, no son solamente una “cuadrilla de vándalos” que solo piensan en salir de fiesta y hacer “maldades” para marcar los territorios. Seguro que habrá cosas que harán mal, pero no es justo que sean criticados solo por los aspectos de las vidas que consideren, una buena opción sería tratar de ponerse en la situación del prójimo para entenderla mejor, tanto unos como otros, de tal forma que todos podrían juzgar con más justicia.

Pero también hay jóvenes que hoy son el futuro del mañana, y por lo tanto es evidente que todos queremos lo mejor para ellos y más aún cuando se trata de los hijos. Nos preocupa que sean felices, eficaces, que tengan buenos amigos y puedan labrarse un porvenir. Pero a veces sentimos que los hijos o alguno de ellos no cumplen nuestros anhelos y expectativas .Aunque no son muchos los jóvenes que quieren salir adelantes hay unos que si dan esperanzas porque uno los escucha hablar diciendo que ellos quieren ser grandes personas para poder ayudar a salir adelante a su familia y poder tener las cosas que siempre quisieron brindarles sus padres y también para que sus padres nunca sufran las consecuencias de lo económico así como ellos de niño vieron la situación de sus padres entonces eso si es un buen joven así deberían de pensar todos tener un proyecto de vida para que sepan que es lo que ellos quieren ser el día de mañana para no estar viviendo a merced de los demás si no que suplirse de ellos mismo sin pedirles nada a nadie para que luego se los saquen en cara. Hago este comentario porque yo mismo lo he vivido, se que se siente que te echen en cara muchas cosas, que te digan que no sirves para nada, mientras eres un cimiento económico para la familia, saber que hablan de tus espaldas, que dicen cosas que son mentiras, yo pienso que por eso muchos jóvenes se han vuelto rebeldes, porque los mismos padres forjan ese futuro para sus hijos con esas conductas que ellos tienen, yo vengo de una familia cristiana, mis abuelitos son cristianos, mi papa por un incidente se alejó del cristianismo pero ya yendo a lo que yo quería comentar es que, es verdad la biblia dice honra a tu padre y a tu madre, para que te vaya bien y seas de larga vida sobre la faz de la tierra. Este pasaje de la biblia es muy usada por los padres reprendiendo a los hijos mayormente, pero no toman en cuenta que también dice la biblia que los padres también deben de respetar a los hijos. Por eso me llamo mucho la atención este tema, muchos solamente le echan la culpa a los jóvenes, y realmete son los padres los que originan estos comportamientos en ellos.
Nunca ninguna juventud de la historia ha tenido tanta formación como la de ahora. Nunca ninguna juventud ha tenido conocimiento de idiomas para comunicarse como la de ahora. Nunca ninguna juventud ha tenido la posibilidad de viajar barato como la de ahora. Nunca ninguna juventud ha tenido a su merced unas tecnologías de las comunicaciones para hacer ocio y negocio como las de ahora. Nunca el talento de los jóvenes ha tenido tantas oportunidades para desarrollarse y tantos mercados para hacerlo como los de ahora. Nunca la bola del mundo había parecido tan pequeña, y la frase de "comerse el mundo" tan posible, alcanzable y digerible.
Llegando a los últimos puntos de este tema, muchos jóvenes viven bajo tensiones en su hogar. Las exigencias de la vida moderna y el diario afán nos absorben tanto que muchos padres ya no tienen tiempo para dialogar con sus hijos. La deficiente comunicación deteriora las relaciones familiares, carcome nuestra felicidad y produce tensiones. Hay padres que tienen una preocupación casi traumática porque sus hijos no los comprenden, o desean irse de casa, y existen frecuentes discusiones y problemas en el hogar. El hijo piensa: ¡Mi padre no me comprende para nada! ¡Es un anticuado!
Checando unos de los temas ya realizados me doy cuenta que se ha estudiado la reacción natural de cada edad:
·         Entre los 4 y 6 años, el hijo dice de su padre: papá es un sabio,
¡sabe todo lo que le pregunto!
·         Entre los 7 y 10 años de edad dice: papá lo sabe todo y, ¡qué fuerza que tiene! 
·         Entre los 10 y 14 años piensa: ¡Hum! Me parece que papá se equivoca en algunas cosas. 
·         Entre los 14 y 18, dice: ¿Papá? ¡Es un hombre chapado a la antigua! 
·         Entre los 18 y 25 piensa: ¡Pobre viejo, está completamente pasado de moda! 
·         A los 30 años de edad dice: ¡Qué problema! ¡Tal vez deba consultar a papá! y... 
·         A los 40 años lamenta: Mi padre fue un sabio, lástima que no supe aprovecharlo.
La experiencia que cada persona tiene de lo social contri­buye indudablemente a determinar cuáles son sus actitudes, valo­res y creencias en relación a su entorno. Y esas experiencias se producen, principalmente, en esferas de sociabilidad diferentes según el tipo de actividad laboral que cada uno desempeña y al tipo de consumo al que cada quién puede acceder.
Ya ablando un poquito sobre lo social anterior mente comente también, Nuestro mundo está saturado de sexualidad. Parece sumamente difícil alejarse del tema, ya que aparece no solamente en canciones, libros, programas de tv y cine, sino también la prensa anuncia y publica artículos sobre temas sexuales candentes y grotescos. Los anuncios comerciales suelen ser insinuantes porque el sexo "vende".
Las enfermedades sexuales últimamente han captado la atención del público. Científicos y médicos advierten que las enfermedades tales como: Sida, Sífilis, Clamidia, Chancroide, Gonorrea, Blenorragia, etc., amenazan peligrosamente nuestra civilización.
La televisión por cable y los videocasetes han traído al hogar películas, puestas a disposición de los muy jóvenes, en las cuales el tema sexual se visualiza descaradamente. La pornografía va tomando más auge, a pesar de las demandas legales en su contra. Las relaciones prematrimoniales que abundan cada vez más, han perjudicado a miles de jóvenes. Aunque se sienten y se creen liberadas, se ha observado que entre las madres solteras, hay cuatro veces más muertes en el parto que entre las casadas.
Cada joven desea encontrar una respuesta adecuada a sus preguntas.
Muchos no están satisfechos con los padrones de vida que se les impone. Desean tomar sus propias decisiones, y tienen razón, pues deben enfrentarlas.
Entrando en lo que son ya las consecuencia de lo anterior explicado, como es el pensar de los jóvenes en torno a la vida, a los padre y a su futuro, como también los padres, que es lo que piensan acerca de sus hijos, y el medio social o mejor dicho el mundo moderno en que se vive ahora, de todo lo anterior surgen distintos fenómenos que golpean a la sociedad de una manera alarmante, que son:
Los suicidios: tema muy alarmante porque ya es un caso que se vive día a día, diario ay suicidios, y mayormente son jóvenes los que lo hacen.
Los robos: que los jóvenes con su afán de obtener las cosas fáciles, o con conseguir dinero para sus drogas, o cosas que los padres no les dan a veces.
Los embarazos a temprana edad: este tema es tan común, que ya es visto ante la sociedad como algo ya no alarmante, y solo se les ocurre aser campañas que solo les dicen a los jóvenes que si lo hacen que se protejan, como induciéndolos a que practiquen el sexo, en lugar de enseñarles que aun no están a la edad necesaria para practicarlo
El vandalismo: otro tema importante, porque se a infiltrado en la sociedad a tal grado que ya hay colonias en Campeche que están marcadas o fichadas con nombre y apodos con referencia al grado de vandalismo.
Los abortos: temas que va de la mano con los embarazos a temprana edad, las muchachas al estar embarazadas ya desde los 14 años, y sin tener un pensamiento ya centrado, buscan una salida fácil, aunque este en riesgo su propia vida.
Entre otros temas que podría seguir comentando.
En fin como una vez comente en otro trabajo con relación a este tema, todos se enfocan en los problemas ya mencionados, buscan una salida o un fin a los suicidios, buscan un fin al vandalismo, erradicar los robos y los embarazos en muchachitas de 14 a 18 años, y por lo mismo evitar que estas mismas muchachas practiquen el aborto. Buscan ayudar atacando el problema desde las ramas, y no se fijan en la raíz, que es su conducta como padres para nuestros hijos, el futuro que les están ofreciendo, la misma corrupción en el gobierno, su hipocresía, el abuso de autoridad, y sobre todo el tráfico de drogas , como pretenden que los jóvenes sigan lo que les ordenan si ellos están peor, si ya no ay moral, ya no se enseñan los valores, y mucho menos se practican todo esto va de mal a peor y hay que hacer algo.
Conclusión.
Tenemos que decirlo con valentía. La sociedad futura, la que ya están viviendo nuestros hijos, va a depender de la honestidad, del pudor, de la seriedad, del orden, de los hombres de hoy. Hay que tomar medidas. Los máximos responsables de la educación de los hijos son los padres. No esperemos que los demás, la sociedad, el sistema educativo,  y los medios de comunicación, eduquen a nuestros hijos.

Hay que enseñar a vivir a nuestros hijos. Aprender a vivir significa tener capacidad de superar las adversidades que la vida impone a su paso. Ni al cuerpo ni a la mente de nuestros hijos podemos dejarlos solos a su propia dinámica. Tenemos que ayudar a nuestros hijos para que puedan domar el animal que llevan dentro. “No está en nuestras manos carecer de pasiones, pero sí reinar sobre ellas”,
La felicidad consiste en tener un proyecto de vida coherente y realista que nos impulse con ilusión hacia el futuro. La juventud necesita modelos con los que identificarse y a los que les gustaría parecerse. La identificación es uno de los aspectos más importantes del desarrollo de la personalidad. Una juventud desorientada, falta de modelos válidos, sigue cualquier anti modelo. Los niños y adolescentes imitan y quieren parecerse a esas personas que admiran.

Hay que acostumbrar a nuestros hijos a que aprendan a decir NO a esas voces interiores que los quieren llevar sólo a lo que les apetece o gusta, o hacia lo que les pide el cuerpo, alejándose del camino adecuado. Hay que acostumbrarles a hacer lo que deben, aunque les cueste. Los adolescentes que no saben decir no, quieren abarcar demasiadas cosas y se dispersan y la dispersión es la mejor manera de no avanzar. El hombre fuerte se crece en las dificultades. No hay que darse por vencido, sino tener capacidad de reacción. De ahí surgen los hombres superiores. Hay que ayudar a los jóvenes a que sepan detenerse interiormente, a que agudicen su capacidad de observación.

Deben ser constantes en el trabajo y en el estudio. La inconstancia genera superficialidad y fracaso.


Como padres tenemos que tener las ideas muy claras. Mientras el alcohol, la droga, la carretera y el sida sigan haciendo estragos con nuestros hijos tenemos que denunciar con valentía que nuestro sistema educativo está fracasando. Debemos saber que una cabeza vacía es un lugar donde se fraguan toda clase de males. Por eso, no hay peor fiera que el hombre cuando se olvida de su dignidad y rompe los frenos de su conciencia.
La juventud tiene el derecho de reprocharnos nuestra falta de sinceridad y nos hará responsables ante Dios de las locuras a las que les hemos impulsado. La honradez con la juventud es un duro deber para nuestra generación. Si no lo aceptamos, otras víctimas se levantarán para acusarnos. Necesitamos ser sacudidos, incluso violentamente, en nuestras seguridades por las rebeliones de la juventud, ya que sus protestas están plenamente justificadas.















Bibliografías
Bueno este ensayo lo saqué de algunos trabajos e investigaciones, también de charlas que tuve con psicólogos y profesores. Aparte de que por mi trabajo no tengo suficiente tiempo para ir a bibliotecas por libros los consulte en la red.

Gottlieb, D. (1975).”Subcultura de la Juventud: variaciones sobre un tema general”. En: Sherif M. y Sherif C. W..Problemas de la juventud. México D.F.,México: Ediciones Trillas
Holtaman W., H. y Moore, B. M. (1975). “Estructura familiar y actividades de la juventud”. En: Sherif M. y Sherif, C. W.  Problemas de la juventud (estudios técnicos de la transición a la edad adulta en un mundo en cambio).México D.F.,México: Ed. Trillas
Pearl, A. (1975). “La juventud en la clase baja”. En: Sherif, M. y She­rif, C. W.. Problemas de la juventud (estudios técnicos de la transición y la edad adulta en un mundo en cambio). México D. F.,México: Ed. Trillas.
Lawton, D. (1976). Clase social, lenguaje y educación: revisión
Pearl, A. (1975). “La juventud en la clase baja”. En: Sherif, M. y She­rif, C. W.. Problemas de la juventud (estudios técnicos de la transición y la edad adulta en un mundo en cambio). México D. F.,México: Ed. Trillas.
Saltalamacchia, H. R. (1990). Historia de vida: Reflexiones sobre una experiencia de investigación. Inédito.
Sherif, M. y Sherif,C. W. (1975) “Los problemas de la juventud en transi­ción”. En: Problemas de la juventud actual; México D.F., México: Edito­rial Trillas.
Short J. F. Jr. (1975). “Estructura social y procesos de grupo en la explicación de la delincuencia de pandilla”. En: Sherif y She­rif; Problemas de la juventud. México D.F.,México: Ed. Trillas.

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